Por Marcelo Elias

Felices los cuatro

martes, 26 de diciembre de 2017 · 10:46

La izquierda dura a cargo de la calle conduciendo al kirchnerismo y otras expresiones menores disfrazadas de movimientos sociales.
El kirchnerismo conduciendo el incendio de los ámbitos parlamentarios, tanto en nación como en provincia, lideres salientes, el “joven” Leopoldo Moreau y el delincuente Mario Secco. Los siguen el massismo y otras expresiones menores como los libres del sur de Victoria Donda.
Ahí están, felices los cuatro, militando con salvajismo por fuera del marco institucional, metiéndole miedo a sectores moderados del peronismo que después de haber consensuado las reformas y habiéndolas aprobado en el senado no pudieron, no supieron o no quisieron hacerlo en diputados. 
El gobierno es soberbio, el gobierno es insensible, el gobierno se equivocó, el gobierno reprime, el gobierno, el gobierno el gobierno, señalan muchas voces tildadas de“sensatas” y “políticamente correctas”. 
Seguramente el gobierno tiene muchos flancos criticables, tantos como limitaciones a la hora de fijar y ejecutar políticas. 
Hay que tener en cuenta que el gobierno no cuenta con mayoría parlamentaria. Que la mayoría de los gobernadores son peronistas o de otras pertenencias ajenas a Cambiemos. 
No hay que olvidar, que es en las provincias donde se concentra los mayores desequilibrios fiscales. Que requieren reformas importantes como las que se discuten en estos días. 
De los casi cuatro millones de empleados públicos ( 70% aumento entre 2001/2014) 80% se reparten entre las provincias y los municipios.
En el orden nacional el sector privado genera el 65% del empleo, el público el 35%; de ésto el 7% es administración nacional el 23% provincial y el 5% municipal.
En relación a la discusión concreta sobre el sistema previsional sólo unos datos: En cualquier sistema equilibrado la relación activos pasivos es por los menos 2 a 1. En Argentina esa relación es 1,2 a 1.
Para entender la gravedad del problema debemos mencionar: las moratorias indiscriminadas de Cristina y los subsidios en beneficio de sectores pudientes, todo ello con alto costo fiscal. 
La solución de fondo pasa por eliminar el trabajo en negro, para eso el gobierno ha lanzado un plan de blanqueo laboral con vistas al mediano plazo.
La felicidad de los cuatro y la ingenuidad o distracción de otros actores puede costarnos muy caro al conjunto de los argentinos.
Hay que estar alertas.

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