Desconfianza 

Estoy convencido que el acuerdo con Irán fue un grave error.
Vaya a saber qué opacos intereses motivaron al gobierno de CFK para materializarlo.
No significó avance en la investigación, ni en la prosecución de la justicia. El bochorno fue de tal magnitud que ni siquiera fue refrendado por el parlamento Iraní. 
Esto, creo, no alcanza para ponerlo en la categoría de traición a la patria y mucho menos para dictar esta catarata de prisiones preventivas. 
Sobre todo la de CFK que es sabido esta blindada por los fueros parlamentarios.
Más allá de mis conocimientos, o mejor dicho mis ignorancias jurídicas, no puedo dejar de desconfiar en el juez Bonadio y en sus intenciones.
Protagonista destacado de la servilleta de Corach, kirchnerista de la segunda hora, Bonadio tiene una fuerte identidad peronista.
Es posible que este jugando esa interna mientras que muchas voces le endilgan directamente al gobierno la paternidad de estas maniobras con el supuesto objetivo de perseguir a la oposición. 
La abanderada de estas voces es Cristina Fernandez, que aprovecha para jugar su papel de “demócrata perseguida” por la “dictadura” macrista.
Se suma un coro de voces, que al igual que durante los desgraciados acontecimientos que terminaron con la muerte del joven Maldonado alimentan un discurso lejano a la realidad.
Si ayer aprovechaban la desgraciada situación de ese muchacho cargado de ideales y buenas intenciones, hoy intentan aprovechar sus dificultades judiciales para seguir sosteniendo que Macri es la dictadura.
Mientras tanto pueden, como corresponde, hablar, manifestarse, ocupar los espacios públicos, acusar e insultar al presidente y su gobierno.
Un gobierno, sobre el que no cabe dudas, quiere a todos alcanzados por la justicia, no solo a CFK y su gente.
Lo que no deben olvidarse es de defenderse en la justicia. Cuentan para eso con todas las garantías que marcan la Constitución y las leyes.