Por Marcelo Elías

Más que un cambio

viernes, 1 de diciembre de 2017 · 12:03



En la provincia de Buenos Aires se está operando una silenciosa y profunda transformación del sistema político.
Nuevos hábitos dentro de los partidos y coaliciones, modificaciones importantes en la legislación, el impacto de las nuevas tecnologías y conductas de instituciones y dependencias estatales influyen en este proceso.
La irrupción de los jóvenes, en algunos casos muy jóvenes, genera, como diría el Papa Francisco, un gran “lío” en las estructuras partidarias y en los estamentos públicos, tanto ejecutivos como legislativos.
Las limitaciones, por ley, a las reelecciones de intendentes y legisladores suponen el fin de los “principados” y “monarquías” prolongadas, en algunos casos hasta hereditarias. 
La ley de paridad de género, disruptiva en el ámbito de la política, repercutirá en otros terrenos. Contribuyendo a superar la mayor de las discriminaciones que se da en nuestra sociedad. 
En cuanto al Estado, hay que señalar su presencia en territorios hasta hora inabordables. No hay paso fugaz, se establece con presencia permanente de diferentes oficinas y dependencias gubernamentales. 
Así se facilita el acceso de los vecinos eliminando intermediación viciosa, degradante y parasitaria a favor de algunas organizaciones y personajes que acumulan poder abusando de las necesidades de la gente.
El impacto de las nuevas tecnologías, su influencia en la relación entre los representantes y los representados, tanto en el campo estatal como en los políticos partidarios suma al cambio.
Así, la voluntad política de la gobernadora se plasma en transformaciones sostenidas por consensos que auguran la permanencia, continuidad y viabilidad de las mismas.

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