Sin cobrar
Los despidos de Bicontinentar en primera persona
María Albina Mónaco tiene dos hijas adolescentes y un bebé de nueve meses y medio. Fue despedida en plena licencia por maternidad y tras doce años de trabajo. Leonel tiene un bebé de un año y medio, se la veía venir y empezó a trabajar por las tardes para no quedar en banda.Maru comenzó a trabajar en la ex Paquetá en el 2008 hasta su cierre en el 2018. La llamaron nuevamente para ingresar a Bicontinentar en julio del 2021, “me dieron la baja el 30 de noviembre del 2024, estaba a punto de incorporarme de la licencia por embarazo pero me desvincularon antes”, compartió con LA RAZÓN, “ fueron doce años de mi vida”.
Maru hace la diferencia entre la empresa brasileña y la nueva firma con inversionistas argentinos, “era muy distinto todo, en el 2022 ingresaron un montón de chicos nuevos, pero iban renovando a los pocos meses, despedían y volvían a tomar. Decían que iba todo bien pero no era lo que veíamos nosotros, era una situación muy diferente, no ingresaba material y la calidad de lo que entraba no era la misma, y esto se empezó a ver antes de las elecciones del 2023. Ya en diciembre se hizo un parate e hicieron la gran reestructuración con el despido de 100 personas, y ya en el 2024 fueron 140 despedidos, entre ellos, me tocó a mi”.
“Hubo seis meses donde empezaron a aumentar las líneas de producción, pero fue un lapso corto, ya después no se recuperó más, fue de un momento a otro, estábamos trabajando y nos enteramos de tanta cantidad de gente despedida”, amplió.
La falta de empatía
“Paquetá era otra cosa”, dice sin dudarlo al ser consultada por la relación con los empleados, “teníamos jefes brasileros y eran súper educados y con respeto, ya con la nueva firma no había buen trato, un manejo totalmente distinto”.
“Cuando me tuve que reincorporar, estaba parada la producción y habían dado una semana de vacaciones, entonces me llegó la carta de despido, me citaron porque tenían que pagar una multa ya que fui despedida en plena licencia por maternidad, pero cobré una sola cuota en etapas en enero y en febrero solamente $250.000. No han tenido la empatía de decirnos nada al respecto”.
Los trabajadores despedidos están cobrando el fondo de desempleo que no alcanza a $300.000, “hay muchos compañeros que tienen alquiler, créditos con el banco, responsabilidades, la verdad es que hemos quedado a la deriva”, se lamentó.
“No soy partidaria de ningún político, no entiendo de política, pero creo que no se han hecho cargo de lo que pasó, no se entiende”, reflexionó, “yo ahora me manejo con el Dr. Langone (Emmanuel, representante legal), no quiero renegar más con todo esto, no dan señales de nada, no tienen responsabilidad de sus actos”.
“Me la veía venir porque fuí de la última camada en entrar”
Leonel tiene 20 años y un bebé de año y medio. Fue uno de los últimos operarios en ingresar a la fábrica en marzo del 2023, “en ese momento estaban bien, había doce líneas produciendo y casi 600 personas, pero llegó diciembre y todo cambió. Se cerraron casi la mitad de las líneas de producción y echaron a más de cien personas en una reestructuración importante”, relató.
“Se fueron yendo las marcas y bajó mucho la producción, empezaron a hablar de la marca propia y decían que no estaba en los planes cerrar la fábrica, con la idea de seguir adelante con el nuevo proyecto”, indicó, “pero la vimos venir, las cosas no estaban bien, nos habían dado varios adelantos de vacaciones y demás y se rumoreaba que iban a haber más despidos y así fue, en noviembre del 2024, me llegó un telegrama a mi domicilio con la carta de despido. A pesar de que me lo veía venir, siempre impacta una cosa así, yo ya estaba trabajando en otro lado por la tarde ante toda esta situación”.
“Ya cuando dejaron de pagar la segunda cuota de la indemnización, tomé conciencia que esto no iba para ningún lado, entonces con un grupito que tenemos decidimos poner un abogado y llamamos al Dr. Emmanuel Langone, porque también sabíamos que los que quedaron adentro, tampoco estaban cobrando. Hoy la fábrica no está funcionando, sólo hay un par de personas de administración, pero las líneas productivas están paradas”.
“Gracias a Dios tengo trabajo, me levanto a las siete de la mañana y no tengo horario para volver, trabajo en la colocación de vigías en camiones”, agregó, “me la veía venir, así que empecé con esto cuando salía de la fábrica después de las 16 horas y bueno ahora es lo que tengo”, cerró.