Otro anuncio sobre la Ruta 5
El Gobierno incluirá el tramo Luján–Santa Rosa en la red de concesiones
El Gobierno nacional volvió a poner a la Ruta 5 en agenda, ahora dentro del plan de privatización de rutas. El proyecto de la Autovía, reclamado desde hace más de treinta años, suma un nuevo capítulo entre promesas y postergaciones.El ministro de Economía, Luis Caputo, confirmó que el llamado a licitación abarca el Tramo Pampa, de 547 kilómetros sobre la Ruta 5, entre Luján y Santa Rosa (La Pampa). Según explicó, la iniciativa busca “modernizar la infraestructura vial” a través de un esquema de gestión privada que reemplazará al modelo estatal.
Sin embargo, el anuncio reaviva una historia conocida para los vecinos de la región: la de una autovía que se promete, se licita y se posterga desde hace casi tres décadas. Fue anunciada en 1989 como autopista, luego degradada al rango de autovía y, en la actualidad, se promete solo hasta Bragado, con la proyección de una “ruta segura” hasta Santa Rosa. La construcción de la Autovía 5 comenzó a fines de los años 2000 y solo se completaron los 40 kilómetros entre Luján y Mercedes, que demoraron más de diez años en finalizarse.
Durante los últimos gobiernos se sucedieron innumerables anuncios, licitaciones y paralizaciones, muchas veces acompañadas por actos oficiales y promesas de pronta reactivación. La obra incluso fue incluida en los planes de Participación Público-Privada (PPP) durante la gestión de Mauricio Macri, cuando se inició el tramo Mercedes–Suipacha, aunque aquellos contratos terminaron rescindidos. Ahora, el gobierno de Javier Milei busca reflotar el modelo de concesión dentro de un paquete de 9.000 kilómetros de rutas nacionales, que representan el 20% de la red vial del país y concentran el 80% del tránsito.
Mientras tanto, la Ruta 5 sigue siendo un punto crítico para la seguridad vial, con numerosos siniestros registrados cada año y una infraestructura que no responde al caudal actual de vehículos. Los reclamos de vecinos, transportistas y autoridades locales de ciudades como Chivilcoy, Suipacha, Alberti, Bragado y 9 de Julio se mantienen firmes: exigen obras concretas, no nuevos anuncios.
“Estamos reemplazando un modelo deficitario por uno transparente, competitivo y sin subsidios del Tesoro”, señaló Caputo al presentar el proyecto. Pero en la región predomina la cautela. Después de tantos intentos frustrados, el escepticismo supera al entusiasmo: los usuarios de la Ruta 5 esperan resultados, no más declaraciones.