Un baño de realidad

En el plano nacional, los gobernadores que quisieron armar algo para pesar en el 2027, quedaron fuera de pista. Florencio que supo ser el gestor del Peronismo Chivilcoyano y que durante más de treinta años supo dirigir y erigirse en una figura provincial primero y nacional luego -de la mano de Néstor Kirchner-, trató de buscar una tercera vía pero se encontró con las vías del tren Sarmiento esas que a nosotros los hombres de carne y hueso nos sacan la posibilidad de trasladarnos a Buenos Aires sin la inseguridad de la Ruta 5. ¡Oh casualidad! en 2005 y en la ciudad de Luján vinieron, después de un acto con Kirchner con la noticia que se construiría la Autovía hasta Chivilcoy. Todavía la estamos esperando.

El lunes 27 -de casualidad- me encontré con un ex intendente que supo lograr más del 70% de los votos en una elección. Y charlando le decía que hoy eso es historia que tanto él como su jefe político tuvieron la suerte única en la política que los acompañaran Papá Noel y los Reyes Magos pero que hoy, ante la realidad política, tienen que asumir que el futuro es de las futuras generaciones que lo de ellos ya fue. Y que deben estar muy conformes porque fue y fue lindo en su momento. Se sonrió y con absoluta sinceridad dio el sí.

Anduve caminando por la Plaza Principal y ¡oh sorpresa! me encontré con un policía de a pie, vigilando. Lo saludé y le pregunté si podía caminar tranquilo, si no había perros que mordieran. Me dijo que estaba todo tranquilo, que estaba todo bien. Lo único que le molestaba era la mansión de una hija del poder cuando él no puede pintar una habitación para su hijo.

Pasé por la oficina de Seguridad y me encontré con el auto del Secretario. Un vecino se sonrió me dijo que pasa como de visita, un ratito por día.

Ví las declaraciones del Secretario de Gobierno y me puse muy contento porque según sus dichos todo está perfecto en la Ciudad…

Veamos… el presidente Milei ganó cómodamente el domingo. Hay una sensación de esperanza hacia el futuro del país.

Kiciloff que ganó en septiembre la tiene complicada porque no termina de convencer a propios ni extraños y el intendente municipal tiene dos años para demostrar para qué quiere seguir. Y dilucidar si el tercer puesto logrado en las elecciones es una anécdota o es el resultado de su gestión y el concepto que tiene de él la sociedad chivilcoyana. Fin.