Multiespacio educativo y cultural CCCR - CUCH
Taller sobre un bioinsumo a partir de materiales reciclados
El objetivo es la difusión de prácticas y métodos que no contaminen el suelo e impulsen prácticas más amigables con el ambiente.A través de un trabajo en conjunto entre el centro cultural “Murga Colgados de la Rama” y el Centro Universitario de Chivilcoy, días atrás se desarrolló el taller teórico y práctico “Abono orgánico fermentado tipo Bocashi” en el multiespacio educativo y cultural, ubicado en la calle Conesa y Pueyrredón.
Fue dictado por Nicolás Safarano, Francisco Courreges y Bautista Esaín, productores de bioinsumos.
La iniciativa tiene como objeto la difusión de prácticas para generar el tratamiento de la tierra a través de métodos que no contaminen el suelo e impulsen prácticas más amigables con el ambiente. Asimismo, el tratamiento de suelos aptos para plantas nativas de la zona.
En una entrevista para LA RAZÓN, Safarano se refirió a la preparación de este bioinsumo. “Se trata de un abono orgánico fermentado. En primer lugar se relevan los materiales que se tienen al alcance. Luego se hace una caracterización de esos materiales, cuáles son los altos nitrogenados, medios y los ricos en carbono, en una proporción 10 - 30 - 60”.
“Se procede a humedecer el material con un 10 por ciento de líquido de lo que sería el volumen total del abono. Generalmente a ese líquido se le pone azúcar, en este caso usamos melaza, un abono fermentado con suero y un bioreactor que elaboramos. Se hace la mezcla, se humecta y se amontona para que empiece el trabajo de la fermentación”.
Safarano remarcó que en esta etapa los distintos grupos funcionales de bacterias empiezan a oxidar el material. “Durante diez o quince días se va volteando en intervalos de tres días y luego se deja húmedo para estacionar y que madure. El resultado de esto es un abono rico en nutrientes, minerales, microbiología y materia orgánica que sirve para regenerar los suelos, compactarlos, proveerlos de todos los nutrientes necesarios que necesitan las plantas”.
El productor de bioinsumo manifestó que la idea de este desarrollo es que pueda ser tomado y replicado a mayor escala para que distintas empresas agropecuarias empiecen utilizar esta práctica y hacer el tratamiento de sus residuos. “Es una opción de dar un tratamiento adecuado a los residuos, para que no contaminen los lugares donde están”.
“El desarrollo de este taller lo pensamos para elaborar este tipo de preparados en pequeña escala, para regenerar el predio donde tenemos plantas nativas. En el futuro tendremos un invernadero para producir plantas que sirvan para reforestar la ciudad, con las especies propias de la zona. Uno de los grandes problemas con traer especies que no son de la zona generan desequilibrios que después repercuten en la ciudad”, concluyó.