Florencia Masztalerz
Talleres Belgrano y los esfuerzos por apostar a una reactivación que no llegó
La empresa chivilcoyana que acaba de cerrar sus puertas de manera definitiva, venía sosteniendo un proceso de acciones para mitigar la falta de trabajo ante la gran diferencia competitiva con empresas internacionales, “fueron insuficientes y el tiempo de espera se agotó”, expresó su gerenta general.Lic. en Relaciones Internacionales y Asuntos Exteriores, con Master en Finanzas, Florencia Masztalerz desempeñaba desde hace seis años, la gerencia general de Talleres Belgrano S.A, la empresa que fundó su abuelo materno y continuaron sus padres, José María y Graciela.
La joven empresaria, forma parte de ADIMRA (Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina) y ha sido reconocida por su labor en distintas ocasiones.
El cierre fue anunciado el pasado viernes, donde la fábrica, dedicada a la proyección, diseño y fabricación de equipos para la industria alimenticia, funcionó por última vez desde sus inicios, hace ya 78 años.
“No son decisiones que se toman de un día para el otro”, indicó en diálogo exclusivo con LA RAZÓN, “es muy difícil dejar de lado lo emocional, en las pymes hay mucho esfuerzo propio y familiar, de querer que las cosas salgan bien, apostar y esperar a que ciertas cosas mejoren, el poder hacer, y la verdad es que venimos desde hace ya bastante tiempo; porque el año pasado el trabajo comenzó a caer bastante, y en el mes de junio se frenó la actividad”.
Por otra parte, indicó que este parate se vislumbraba “normal” por ser un año electoral, “ya ha pasado en otras ocasiones, y en este caso, se fue frenando el consumo, y las empresas internacionales y nacionales de gran envergadura que son clientes nuestros, empezaron a reducir drásticamente la compra e incluso el mantenimiento de los equipos que desarrollamos, y desde junio del año pasado hasta finales del mismo, el trabajo que había fue insuficiente para reactivar”.
“Ya con el paso de las elecciones, con la visión de la nueva gestión, y el paso ya de la mitad del año, no se vislumbró la ansiada reactivación, por lo que la perspectiva no era alentadora”, puntualizó.
No obstante, indicó sobre los movimientos y gestiones desde la firma para fomentar la producción que, “estuvimos cotizando proyectos para minería, para litio, para empresas españolas, obteniendo algunos trabajos chicos en el verano, pero fueron insuficientes”.
Competencia
Asimismo, apuntó que, “la mayoría de los presupuestos y proyectos eran para analizar, muchas empresas lo hacían en simultáneo con firmas brasileras, y cuando se abre el juego así, es muy complicado, porque la inversión que nos demanda a nosotros en el marco de proyectos a medida y personalizados, no es la misma; porque siempre se buscó dar lo mejor”, y agregó, “nos pasó de clientes de muchos años que han buscado alternativas brasileras y hemos visto cotizaciones en las que la calidad no es la misma y el precio final del equipo significaba lo que nosotros teníamos solamente de costo”.
Sinergia con la UOM
Por otra parte, Mazstalerz destacó el acompañamiento de la Unión Obrera Metalúrgica, gremio que lidera a nivel local, Maximiliano Moro, “vengo en diálogo con él desde que asumió como Secretario General, y he tenido muy buena relación, me ha dado una gran mano, entendiendo la gravedad de la situación y los esfuerzos por preservar las fuentes de trabajo, tratando de traccionar desde su lugar. Lamentablemente es una situación que estamos atravesando todos por igual, todos luchándola para salir adelante, en un panorama que se ve en todo el país”.
Proceso de cierre
“Con la inflación en aumento constante, donde se tenía que trasladar a los costos, haciendo la situación cada vez más difícil”, detalló, “en los meses de febrero y marzo, hicimos una reducción horaria de la jornada laboral para mitigar los costos un poco, en ese entonces, éramos 19 personas trabajando en la fábrica; ya a partir de finales de marzo, y viendo que la situación no cambiaba, empezamos a achicarnos de a poco, mes a mes, hasta que en el mes de julio, terminamos siendo once empleados, tratando de encontrar el equilibrio, no obstante, el perfil de los clientes fue cambiando tanto, ya que se comenzó a priorizar los costos, algo que es entendible en el contexto en el que estamos, todo en pos de poder seguir vendiendo, y es difícil competir con la calidad, a la baja de los precios”.
Afrontar las responsabilidades, fue la prioridad al momento de tomar la decisión, según indicó, “viendo la apertura que se plantea como política, se ve que este contexto tiene para largo, y en este momento, nosotros no podemos hacer frente a este escenario, si dejábamos pasar cuatro meses más, seguramente no tendríamos la posibilidad de hacer frente a las indemnizaciones completas de todos los trabajadores”.
Con el cierre total de la producción, sobre la proyección a futuro, indicó que, “terminamos un trabajo que estaba pendiente y fuimos trasladando la totalidad de las máquinas a una sóla de las tres naves que tenemos en el Parque Industrial, se achicó la estructura de manera de poder disponer de las otras dos, pero la idea es mantener la maquinaria en caso que se pueda reactivar la producción en algún momento”.