Alerta en la zona por casos fatales de fiebre hemorrágica argentina

Un informe del  Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires confirmó tres casos de fiebre hemorrágica argentina (FHE), una dolencia endémica de la Pampa Húmeda, por la que es necesario tomar las medidas de prevención necesarias.

Los datos se desprenden del último boletín epidemiológico, que señala que en lo que va de 2024 se notificaron 245 casos sospechosos de los cuales 16 casos fueron confirmados, 174 descartados y 55 casos continúan en estudio. Con los datos actualizados, el municipio de San Nicolás suma dos contagios y llega a 14, mientras que Pergamino suma uno y acumula dos.

Zona endémica

Con este fin, LA RAZÓN consultó al jefe del servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Municipal, Dr. Ignacio Ledesma, quien remarcó que al ser una enfermedad endémica, siempre la zona estará expuesta a estos contagios y que es provocada por la rata de los campos. “Es un vector que no le afecta el virus como al ser humano. En el campo abierto hay muchos de estos roedores es por eso que la zona es endémica y siempre podemos tener casos”.

Puso énfasis en que la zona endémica abarca a toda la Pampa Húmeda, provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba e incluso La Pampa. “Tiene el epicentro en la ciudad de Junín de ahí a que el virus tome ese nombre ‘Junín’ de hecho, los primeros casos ocurrieron en el pueblo de O’Higgins”, es decir que Chivilcoy está a 100 kilómetros del epicentro.

Manifestación

Aseguró que el FHE empieza con un cuadro parecido al síndrome gripal, con fiebre, dolor muscular y óseo manchas en la piel y, eventualmente, si no es tratado a tiempo puede evolucionar a un cuadro agresivo con falla multiorgánica, daño al hígado, daño neurológico y los sangrados. “Son muy típicos las petequias o púrpuras, hasta sangrados catastróficos como digestivos, pulmonares o neurológicos”.

El profesional puntualizó que es una patología que tiene algo en común con todos los virus que es el inicio como un cuadro febril, por eso que la clave es estar siempre atento. “La ventana de tratamiento es cuando los síntomas todavía no se instauraron y se usa el plasma, bastante similar al Covid cuando lo implementamos en el Hospital de Chivilcoy, cuando el paciente no está complicado”.

Resaltó que se utiliza el plasma de pacientes recuperados de la enfermedad desde el año 1958 y que se redujo la mortalidad en un 30 por ciento, sin tratamiento, es decir, muere uno de cada tres pacientes. “Con el tratamiento de plasma de un paciente recuperado, baja a menos del 3 por ciento, es mucha la diferencia”.

Incidencia

Ledesma explicó que esta enfermedad evoluciona con brotes. “De acuerdo a las estadísticas, en la zona de Pergamino se sospecharon 250 casos, 16 fueron confirmados y 3 fallecimientos. Es un cuadro muy inespecífico, por eso se hace bien en sospechar, hay que tenerla en cuenta para, eventualmente, empezar un tratamiento preventivo.”.

Y respecto a la prevención, hizo un paralelismo con una enfermedad similar que es el hanta virus, en el que ambas tienen un vector que son roedores. “El hanta virus lo asociamos con el contacto con el ratón en lugares cerrados, en cambio la fiebre hemorrágica argentina es en campo abierto, por eso es necesario tener cuidado con los lugares donde puede estar el ratón, donde se vean nidos. También se puede transmitir por el contacto con la mordedura ya que tienen las secreciones contaminantes. La forma de expansión más prevalente de virus es cuando la cosechadora o la máquina del campo, al pasar, agarra al ratón y los destruye, entonces libera estar secreciones en forma de aerosol”.

Vacuna

Finalmente, Ledesma recordó que hay una vacuna que ha probado su efectividad y que está disponible en la mayoría de las localidades a través de programas de prevención. Se usa para vacunar a grupos de personas porque vienen en frascos multidosis. “En el Hospital Municipal como en la Región Sanitaria X se puede averiguar sobre cómo conseguirla. Es importante sobre todo para la gente que trabaja en el campo. De acuerdo a las estadísticas, el 80 por ciento de los pacientes son varones de 15 a 65 años, que es la población que más tiene tendencia a los trabajos rurales”.