"Me sentí muy en casa"

Enriquecedora experiencia de un joven chivilcoyano que vivió casi un año en Bélgica

Jano Zacoategui estuvo en Lieja, Bélgica, como parte del programa de intercambio internacional del Rotary Club.
jueves, 11 de julio de 2024 · 08:00

Jano Zacoutegui es un joven de 18 años que vivió una experiencia seguramente de las más importantes de su vida, que es la de vivir once meses en Bélgica, en el marco del programa de intercambio internacional del Rotary Club.

Estuvo en Vise, provincia de Lieja, ciudad al sur del país y cercana a otros países de Europa, desde agosto del año pasado hasta hace pocos días, que regresó a Chivilcoy.

En una entrevista para LA RAZÓN, expresó que, a su regreso, retomará los estudios de su último año secundario en el Colegio Santa Cecilia. “Me fui el 18 de agosto del año pasado y regresé el 4 de julio. Viví con tres familias en la ciudad de Lieja, que está en la parte más al sur del país y donde se habla francés, a una hora y media de Bruselas, así que estaba muy conectado con mis amigos”.

“Fueron once meses que viví como en una película, un sueño, increíble desde que arrancó hasta que terminó, pero al mismo tiempo sigue siendo increíble, es algo que no termina porque sigo en contacto con mucha gente de todo el mundo, te deja demasiados aprendizajes para toda la vida”.

“Uno siempre encuentra gente buena que lo acompaña para el proceso de la vida, así que en ese sentido no existe la distancia”, indicó Jano y en relación a los estudios, dijo que el ciclo lectivo empieza en el mes de septiembre y él llegó en agosto.

“Desde ese mes y hasta junio iba al colegio pero estaba como estudiante libre, allá es obligatoria la presencia, no podés abandonar los estudios, por eso es que podía estar con mis amigos”.

El joven resaltó que, al ser un país pequeño, tenía la posibilidad de viajar a los países que son frontera con Bélgica. “Todo el tiempo era agarrar las cosas y decir ‘vamos allá’, al norte, al sur, al este y al oeste”.

Horarios, idioma y costumbres

En relación a los horarios, Jano Zacoutegui, manifestó que son diferentes a los que está acostumbrado en Argentina, pero no fueron un problema. “Por ejemplo, en vez de merendar, cenan directamente, a más tardar a las siete se sentaban a la mesa. En mi caso yo manejaba los horarios y las familias donde estaba, igual. A las once de la mañana o a las doce se levantaban, no había una regla”.

“En cuanto al idioma, llegué hablando inglés y al mes y medio ya hablaba francés básico para comunicarme sin problemas y después lo fui perfeccionando. Y en cuanto a las costumbres no hubo grandes cambios porque siempre me sentí muy en casa en el día a día, me adapté muy bien, siempre me encantó”.

De todas maneras, el joven de Chivilcoy aclaró que sólo el clima fue un factor que no le gustó en su experiencia en Bélgica. “Es muy húmedo, no para de llover en ningún momento, en octubre y noviembre no para durante días y además es frío. De todas maneras no es tan grave, sino algo secundario”.

Un país multicultural

Preguntado en relación a la forma de ser de las personas en Bélgica, Jano respondió: “Para los latinos y en general para los argentinos son muy amables, les gusta salir, la vida social. Hay de todo, por supuesto, pero en general son muy simpáticas. Bélgica es un país con mucha mezcla de inmigrantes, es por eso que están acostumbrados a los extranjeros, así que no llamaba la atención por ser argentino, como era mi caso”.

“Es muy interesante y muy enriquecedor haber estado en un país con diversidad de culturas, se aprende muchísimo”, enfatizó, al tiempo que hizo hincapié en que, para la carrera que piensa seguir, que es Relaciones Internacionales, esta experiencia en Bélgica le vino muy bien, precisamente por la diversidad de culturas con las que tuvo contacto.

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