Entrevista
“Luego de una derrota electoral, tenemos que pensar causas, los porqué y escuchar a la gente”
La frase de Jorge Taiana en su paso por Chivilcoy. El dirigente peronista consideró que el movimiento que integra ya debe comenzar a unir fuerzas pensando en el futuro del movimiento.En la tarde del pasado viernes Jorge Taiana y su esposa Bernarda Llorente estuvieron en la redacción del diario La RAZON, horas antes de su charla abierta en el sindicato de Luz y Fuerza, convocado por militantes del justicialismo.
Taiana y su esposa recorrieron redacción, administración y talleres del centenario diario chivilcoyano y luego el político y sociólogo peronista argentino con especialización en diplomacia y derechos humanos. Fue ministro de Defensa de la Nación (2021-2023), senador nacional (2019-2021), presidente del Parlamento del Mercosur (2015-2019), legislador de Buenos Aires (2013-2015), ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto (2005-2010), miembro de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (1996-2001) y embajador en Guatemala (1992-1996), dialogó con un cronista.
-¿Ganó Javier Milei o perdió el justicialismo?
-Creo que Milei fue un emergente. La sociedad eligió tomar algo que estaba ahí, un comentarista de TV, un panelista original, que gritaba, insultaba y se transformó en el símbolo del rechazo al presente y una cierta esperanza de futuro.
Ganó Milei, porque interpretó esa voluntad de cambio, perdió el justicialismo centralmente por una razón muy sencilla; el peronismo con virtudes o defectos hacía dos cosas: mejoraba el salario del trabajador y en general sacaba al país de las grandes crisis, esas dos cosas las hacía bien. Pero en el último gobierno no logramos hacer eso bien. La crisis que había dejado Macri no se resolvió, no se pudo sacar adelante, seguimos enredados por el FMI en una situación muy complicada, al tiempo que el salario no pudo mejorarse.
La caída de ingresos en la población y de los jubilados, además se generó un deterioro de quienes están en el borde del sistema o la informalidad se amplió. Eso llevó a buena parte del tradicional votante peronista, a decir basta, no queremos más de ustedes, estamos en un mal problema y optó por un voto disrruptivo.
-Chivilcoy tiene 80 mil habitantes, 220 mil hectáreas cultivables, pero la empresa más importante de la ciudad es la Municipalidad con más de 2.000 empleados. ¿Es factible?
-El exceso de empleabilidad del Estado y sobre todo en los municipios, tienen que ver con la debilidad en la creación de fuentes de trabajo legítima en el sector privado, en el sector cooperativo. La pregunta sería ¿Chivilcoy sigue perdiendo gente que se va y se traslada afuera?. Acá se nota menos porque es una tierra muy rica, con buenos niveles de educación y una tierra con una productividad extraordinaria.
Pero en otras provincias, con más dificultades, notará que el empleo municipal -muchas veces muy mal pago-, es la forma de dar una mínima cobertura a los que no encuentran otras fuentes y no se los quiere perder, rompiendo las familias.
-¿Quién marcará el futuro del peronismo Axel o Máximo?
-Hay muchos nombres en el peronismo. El nuestro ha sido siempre un movimiento con un líder tradicional como Juan Domingo Perón, que sufrió un exilio y un Golpe de Estado que fue uno de los problemas más serios de la Argentina en el siglo pasado. Se destruyó una institucionalidad con el bombardeo en plaza de Mayo, que fue una de las muestras de situación de violencia más fuerte del siglo 20.
La democracia, desde 1983, ha mostrado que hay vocación de superar los conflictos en paz, a través del diálogo y de la negociación. Algunos no parecen saber negociar mucho, pero eso está fuerte en la sociedad argentina.
En el caso del peronismo, tiene una vitalidad movimientista que va más allá de su partido. Yo soy miembro del Consejo Nacional del Partido Justicialista, pero estoy acá como un militante más y creo que ahora, luego de una derrota electoral, todos tenemos que pensar causas, los porqué y escuchar lo que dice la gente, el por qué se inclinaron hacia donde lo hicieron y qué Argentina de futuro ofrecer.
Acá también uno usa el pasado para aprender, pero no siempre debe ser para echarse culpas. Está bien recordar y ver responsabilidades de ciertas personas, porque no todos somos iguales. Lo central es qué proponemos para adelante con posibilidades de consolidación.
En el peronismo tendrán que florecer muchas flores, como dijo en algún momento Néstor, pero ahora lo que tenemos que hacer, en este año que no es electoral, ver cómo estamos.
Axel es el gobernador de la provincia más importante de la Argentina, que tiene el 38% de la población y más o menos lo mismo de producto. Tiene una responsabilidad grande, en una situación que no es fácil, con un gobierno nacional que retacea fondos.
Máximo es el presidente del partido en la provincia de Buenos Aires, también un puesto importante y hay muchos dirigentes, ya sean gobernadores, dirigentes partidarios de distintos sectores, hombres y mujeres, la misma Cristina, dirigentes gremiales. Lo que se trata acá no es de personas, sino de cómo construimos una propuesta beneficiosa para la mayoría de los argentinos.
Creo que el peronismo, por su tradición de apoyarse en las mayorías, tiene una obligación especial de esforzarse para lograr esos resultados.