La Importancia de entender y actuar a tiempo

Existen situaciones que se repiten, pero no necesariamente se definen como trastornos. Sin embargo, en ocasiones, a pesar de descartar posibles causas, las dificultades persisten, lo que genera la necesidad de comprender lo que sucede. En muchos casos, se realizan esfuerzos desde diversos ámbitos con buenas intenciones al brindar consejos, sugerencias o pautas, pero estas medidas no siempre son suficientes. Ante la persistencia del desafío, resulta fundamental no demorarse en buscar ayuda y establecer mayor claridad en la situación.
Es crucial diferenciar entre conductas inadecuadas y un trastorno de conducta. No todas las conductas inapropiadas implican un trastorno, ya que también influyen otras características que el trastorno pueda presentar. Es especialmente importante actuar entre el primer y quinto año de vida, sin demoras, para tomar medidas que contribuyan a comprender y abordar la situación de manera efectiva. Por un lado, se encuentran las pautas de enseñanza que pueden ser proporcionadas a través de consultas pediátricas, siendo una herramienta fundamental en este proceso.
La pronta intervención y la comprensión profunda de las situaciones repetitivas son clave para brindar el apoyo necesario y encontrar soluciones efectivas. La colaboración entre profesionales de la salud, padres y cuidadores resulta fundamental para garantizar el bienestar y el desarrollo adecuado de los individuos  en estas etapas críticas de la vida.
Asimismo, en el ámbito de la salud infantil, la figura del pediatra adquiere un rol importante, especialmente cuando los resultados no son los esperados. Es en estos momentos donde la experiencia y el conocimiento de profesionales calificados se vuelven indispensables para abordar situaciones complejas.
En nuestro país, contamos con un equipo multidisciplinario de profesionales de la salud infantil, que van más allá de los pediatras tradicionales. Es fundamental reconocer la importancia de especialistas en neurodesarrollo, como el neurólogo infantil, psiquiatría infantil y pediatría del desarrollo, quienes aportan un enfoque integral en la atención de los niños y niñas.
El pediatra de cabecera juega un papel central en la atención primaria de la salud infantil. Cabe mencionar la importancia de mantener una relación de confianza con este profesional, quien actúa como punto de partida para abordar situaciones complejas y derivar a especialistas según sea necesario.
Por otra parte, en la sociedad actual, el uso excesivo de dispositivos electrónicos y la exposición prolongada a las pantallas se han convertido en una preocupación creciente. Esta tendencia plantea interrogantes sobre la cantidad de tiempo que pasamos frente a las pantallas y los impactos que esto puede tener
 en nuestra salud mental, especialmente en los niños y niñas.
La exposición constante a las pantallas puede llevar a un aumento de trastornos de ansiedad y una marcada intolerancia a la frustración. Este fenómeno se ha acentuado en los últimos años, generando inquietud en padres y educadores.
Los padres se enfrentan a un desafío significativo al intentar regular el tiempo que sus hijos e hijas pasan frente a las pantallas. La dificultad radica en encontrar un equilibrio entre el uso saludable de la tecnología y otras actividades enriquecedoras.
Es esencial establecer pautas claras y límites en cuanto al tiempo de exposición a las pantallas. Además, se sugiere fomentar actividades al aire libre, la interacción social y el desarrollo de habilidades fuera del entorno digital.