Casos
El sitio de apuestas y una nueva parafernalia teñida de indemnización
Por: Dr. Emmanuel LangoneEs claro que la columna se centra, en los despidos que sufrieron de la peor forma trabajadores y trabajadoras de nuestra ciudad. Claro que en momentos “políticos”, los oportunistas terminan siendo obsecuentes, a los intereses de los más fuertes o al menos, así me lo demuestra la historia. Que lógico, se compone de voceros empresariales, estrategias empresarias que pretender confundir al trabajador, en un momento de suma vulnerabilidad como lo es la pérdida intempestiva de su fuente de sustento económico, su sueldo.
Ahora bien, a este cóctel pernicioso, se le debe adicionar ayudas que poco logran y “sectores que deben pujar por los intereses obreros, que pocas veces focalizan en el dependiente los intereses que afirman representar”.
Estas lamentables situaciones, como en una premonición, me demuestran que los pagos que no se efectivizan al 100% con el despido, rara vez, vienen acompañados de justas propuestas acto seguido. Y así fue el caso que les traigo, que puede ser una historia ficticia o la triste realidad, ustedes decidirán qué creer.
Lo cierto es que, en esta historia, jurídicamente corresponde decir, que ante el despido sin justa causa de un dependiente como en el caso, por ley (art. 128 y 255 bis 20744) el empleador tiene 4 días para pagar el 100% de la indemnización. En este caso, caprichosamente abonaron a dedo y sin lógica que pondere antigüedades en el puesto, una suma abonada en relación, y que no cubría en la mayoría de los casos ni siquiera el 60% de lo que debería ser la indemnización de los dependientes.
Entendamos algo más, estos montos no son debatibles, por lo que judicializados deberán ser abonados con más todos los intereses que la Suprema Corte prevé para el fuero laboral provincial.
Por lo que, de mantenerse este escenario caprichoso de pago, conllevará a que la semana entrante, se inicien procesos judiciales múltiples, a fin de que “los vivos” paguen cada centavo, a los que a la larga terminan mutando en el papel y adquiriendo finalmente el concepto antes esgrimido, dejando posicionado por consiguiente en carácter de sonso al que en un inicio se creía el vivo.
Aprovecho para dejarles la lectura de La Fábula del Sonso del Pueblo: …”Se cuenta que un grupo de personas se divertía con el sonso del pueblo, un pobre tipo de poca inteligencia, que vivía haciendo pequeños mandados y recibiendo limosnas. Diariamente, algunos hombres llamaban al sonso al bar donde se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas: una de tamaño grande de 50 centavos y otra de menor tamaño, pero de un peso. Él siempre agarraba la más grande y menos valiosa, lo que era motivo de risas para todos. Un día, alguien que observaba al grupo divertirse con el inocente hombre, lo llamó aparte y le preguntó si todavía no había percibido que la moneda de mayor tamaño valía menos y éste le respondió: Lo sé, no soy tan sonso..., vale la mitad, pero el día que escoja la otra, el jueguito se acaba y no voy a ganar más mi moneda”.... Moraleja: Quien parece sonso, no siempre lo es. Y recuerden el verdadero hombre inteligente, es el que aparenta ser sonso delante de un sonso que aparenta ser inteligente.