Policiales
Se suman los intentos de asalto en Chivilcoy
Dos malvivientes quisieron ingresar en una vivienda de la calle Pellegrini. El hecho ocurrió a las 2.15 del viernes. La solidaridad de los vecinos evitó el hecho. La policía detuvo a uno de los delincuentes que a las 9 recuperó la libertad.“Conseguí el celular del secretario de Seguridad Pertosa y lo voy a llamar para pedirle que haga algo para evitar que otras personas, que viven solas como yo, tengan que sufrir lo que me pasó a mí” dijo en la jornada de ayer Rosana Pratto, quien en la madrugada sufrió un intento de asalto sobre la calle Pellegrini, entre Garibaldi y Zapiola.
El hecho ocurrió a las 2.15 de ayer, cuando la dueña de casa, escuchó fuertes golpes sobre la puerta principal de acceso a su casa. Fue allí que se levantó y se acercó para ver lo que estaba sucediendo, y fue allí cuando vio a un hombre con capucha negra, forzando la puerta de acceso de la vivienda, mientras otro oficiaba de campana a pocos pasos de la puerta.
Cuando se asomó para ver lo que sucedió, Rosana Pratto fue observada por el malviviente que le gritó que abriera con fuertes insultos, por lo que decidió tomar su celular y subir a una terraza de la casa y luego al techo, llamando al 911, al tiempo que comenzó a gritar los nombres de sus vecinos, quienes respondieron en forma inmediata, al tiempo que llegó un patrullero, que logró detener a uno de los delincuentes, mientras el otro logró escapar, al grito de “dale que fue”, al tiempo que arrojaron una piedra que rompió un vidrio de un ventiluz ubicado a unos dos metros de altura.
“Les digo la verdad, tuve pánico, no quisiera que nadie tenga que vivir una situación similar, por eso quiero hacer público este hecho. Sé que no soy la única y que son reiterados en Chivilcoy. En este caso agradezco la rápida reacción de los vecinos que salieron muy rápido para auxiliarme”.
“Fui a la comisaría a las 10 y ya estaba libre”
El cierre de la sorpresa sufrida por la vecina Pratto se produjo cuando fue convocada por la policía a la sede de San Martín 75, donde estuvo firmando denuncia y otros documentos y al preguntar qué iba a suceder con el detenido, la oficial que la estaba atendiendo le dijo que una hora antes había sido liberado, que era un delincuente conocido, con muchas “idas y venidas” en la sede policial.
Fue allí cuando la víctima decidió llamar al responsable de la seguridad municipal, Pertosa, pidiendo más acción en los controles, por la cantidad de hechos similares.