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Reflexiones sobre el Proyecto de Ley: Desafíos y Perspectivas
En el proyecto aprobado el 2 de febrero, hay un paquete de leyes que se reforman, otras asignando poderes extraordinarios al poder ejecutivo. Durante ese período, el presidente puede ejercer funciones legislativas a través de decretosSe contemplan privatizaciones en las que se encuentran 26 empresas, algunas de estas son Radio y Televisión Argentina, Ferrocarriles, Talleres Navales, AYSA, Correo Argentino, Aerolíneas Argentinas, entre otras. También se contemplan reformas al código penal, particularmente en el artículo que les impide a las fuerzas de seguridad sobrepasarse en el uso de la fuerza. Además, del código civil que modifica y afecta las relaciones civiles y comerciales entre las personas, los regímenes de contrato de todo tipo, el divorcio, las sucesiones y otras normas de salud mental.
Hay una pregunta que surge después de leer el dictamen finalmente votado: ¿por qué una ley de 382 artículos presentada con tanto apuro y bajo una situación brutal de represión?
La fuerza política que impulsa el proyecto y sus aliados (LLA y Cambiemos), que son la coalición gobernante, buscan forjar una alianza con los grandes poderes concentrados de la Argentina y las empresas internacionales que hegemonizan el poder económico internacional. Además, buscan una alianza político-ideológica con países genocidas como Estados Unidos e Israel. Esta ley es la muestra firme de que están dispuestos a vender todo, terminar con la soberanía nacional y someter a su pueblo, con el objetivo de ser parte de ese núcleo.
Por otro lado, estamos los que nos oponemos firmemente a este proyecto, porque entendemos que si bien hay que solucionar la crisis económica en la que estamos, no hay ni necesidad ni urgencia para darle al presidente la suma del poder público. La venta de empresas públicas es el sometimiento a las generaciones futuras, porque las formas no son propias de un estado de derecho. Además, entendemos que las empresas acumularon capital extraordinario en los últimos años y de una crisis se sale repartiendo ese capital y no brindándole seguridad jurídica para el robo de los recursos nacionales.
En el medio están los que su única lealtad es con la plata, como es el caso de los radicales que rompieron con Cambiemos, diputados que responden a gobernadores o Randazzo entre otros. Pero son 144 los que votaron a favor, los nombres son públicos y sería bueno que la sociedad los tenga presente. Esta banda de rufianes ya les puso precio a los artículos para su tratamiento en particular, como si fuera una feria americana.
La pregunta es ¿la situación mejorará con esto? La respuesta es que no. Es imposible imponer algo coartando la expresión del que piensa distinto, tratar de criminal a alguien que reclame por mejorar sus condiciones de vida, mientras les regala el estado a los monopolios es injusticia. El que tenga que estar resolviendo problemas económicos permanentemente mastica esa bronca hasta que explota. Las sociedades se tornan más violentas si les cierran todos los espacios para reclamar por su situación. Lo triste es que, antes de que la sociedad se canse y salga masivamente a la calle, se generan focos donde la bronca implosiona y empezamos a matarnos entre pobres, entre vecinos por alguna discusión, por un roce en el tránsito o el aumenta la violencia intrafamiliar. En fin, eso es lo más triste.
Por lo pronto, no encerrarse, construir vínculos solidarios, estrecharle la mano al que está peor que nosotros, construir espacios de organización popular puede ser una barrera para que la situación no empeore. Porque de esta vamos a salir, porque la patria vencerá.
Mariano Conlon