Religiosas
“Me llevo lo mejor, fui muy feliz en Chivilcoy”
Se realizó la misa de despedida al padre Federico Lagoa. El padre Federico estará dos años en la Diócesis de Concordia Pordenone, en la zona de Venecia y Udine. Será reemplazado en el transcurso de esta semana por el padre Ricardo RodríguezEn la noche del pasado domingo se llevó a cabo la misa de despedida del padre Federico Lagoa, luego de 5 años como párroco de la Iglesia Nuestra Señora del Rosario, en su ciudad natal.
El templo estuvo cubierto de fieles que quisieron formar parte de esta jornada emotiva, para brindarle al sacerdote -de 50 años- su cariño, ante esta decisión de regresar a Italia -donde estuvo dos años-.
El destino del párroco chivilcoyano es la Diócesis de Concordia-Pordenone es una diócesis latina de la Iglesia católica situada en el noreste de Italia, en el extremo norte del mar Adriático, entre Venecia y Udine. Desde 1818, Concordia Veneta, es sufragánea de la Arquidiócesis de Venecia.
A la parroquia del centro de la ciudad de Chivilcoy, el obispado Mercedes-Luján, ha decidido la llegada del padre Ricardo Rodríguez, quien estará esta semana asumiendo la conducción, seguramente en una misa concelebrada, con la presencia del obispo Jorge.
Mensaje en la misa
-Llegan las despedidas, a muchos les manifesté que no me gustan, pero entiendo que es parte de la vida, es parte de los encuentros y así como la comunidad de la parroquia y de Chivilcoy en general me recibió hace 5 años atrás, es importante despedirnos.
Despedirnos de los seres queridos, las personas que amamos, los amigos, también en el ámbito religioso recibimos a nuestros pastores. Es parte del camino, de la misión de la iglesia.
Mi vocación cristiana fue madurando en estos muros, después del llamado al sacerdocio, estuve muy vinculado a San Pedro y a la ciudad, a los jóvenes de aquel entonces, con quienes fuimos creciendo, hasta que el amor de Dios se fue haciendo muy presente en mi vida y en tantas personas que se fueron acercando a lo largo del camino, son unos cuantos años de cura y de párroco. Iba mirando sus caras y hay una historia, un vínculo, con quienes compartimos momentos muy difíciles como la pandemia, muy agradecido, le agradezco a Dios por todos y cada uno de ustedes”.
En otro momento expresó con mucha emoción y lágrimas en sus ojos, “Me llevo lo mejor, fui muy feliz en Chivilcoy, estando con mi familia, con mis amigos de siempre, por supuesto con la comunidad de San Pedro, creciendo mucho con las demás comunidades parroquiales, instituciones. He sido muy feliz.
También quiero pedir perdón si no dí lo mejor de mí, si tenían otras expectativas, si a alguien ofendí, no ha sido con intención. Así como tengo paz, queden en paz, todo fue bueno, incluso en situaciones difíciles y de momentos oscuros, sabemos que Dios está. Tal vez podría haber dado más, pero dí lo que pude, por ahí esperaban más”.
Sobre los motivos de su traslado a Italia dijo: “Esta experiencia me estaba esperando, estoy contento de poder tener este tiempo, buscando revivir el don que he recibido con el ministerio de Dios. En Italia viví dos años, siento un gran vínculo con aquel país, además de la sangre familiar, uno se siente muy cercano a los italianos y la iglesia de Italia es algo que me mueve mucho, me gusta, he aprendido mucho allá. Tengo buenas expectativas y dos años se pasan rápido”.
Luego de la misa, los fieles más cercanos a la parroquia del centro de nuestra ciudad, compartieron una cena a la canasta en el Centro Estrada.