Opinión
Mamarracho
Cuadruplica el costo del pasaje en colectivo, libera los precios de las prepagas, los medicamentos y la comida, la nafta está impagable y todo ocurre en un tiempo récord sin que los sueldos puedan siquiera reaccionar.Nerón incendia a casi todo el pueblo argentino menos a la casta que fabrica combustibles, medicamentos, comida o brinda servicio de prepaga.
Tal cual lo predijimos muchos, en vez de venir a mejorar todo lo que aflige a un país subdesarrollado, este tipo vino a abrirle las puertas del corral a los lobos insaciables del mercado.
Nadie niega los déficits que la democracia va dejando desde su costosa reinstauración en el ‘83. La calidad educativa, la calidad sanitaria, el 45% de familias pobres, la deuda externa que aprieta y ahorca, la falta de consumos culturales en muchos sectores, la evasión impositiva de empresarios y comerciantes, el empleo informal, la falta de mantenimiento e inversiones en rutas y ferrocarriles, etc; pero este mamarracho de presidente va a producir una explosión social en el corto plazo.
Por supuesto que los votantes de Milei van a seguir bancándolo, las personalidades que sintonizan, sintonizan hasta el final.
Es una pena que no haya una alternativa razonable a los gobiernos progresistas. Sería lindo un gobierno de centro inteligente, democrático, cuidadoso con los logros de nuestro Estado de bienestar y amantes de la industria nacional y el desarrollo productivo. Los gobiernos de otro signo en los países cuyas democracias están consolidadas, no vienen a incendiar todo como enfermos de odio y tiranía.
Es una pena que no haya oposiciones razonables que disputen sentidos más inteligentes a la hora de pensar el futuro de todos. Por eso, coincido en que es necesario repensar los gobiernos a través de consensos elementales que resulten las piedras basales de este país vapuleado por las idas y vueltas políticas.
Pero ahora, se nos fue la mano como sociedad y le dimos el bastón de mando a un enfermo, justo lo que nos faltaba…
Tal vez, sólo tal vez, esta sea la antesala dolorosa que nos permita vislumbrar como sociedad qué pasa cuando se gobierna a espaldas del cuidado del pueblo.
Seguimos pensando.