Clima
Después del fenómeno de El Niño, ¿vendrá La Niña? ¿Cómo afectaría al clima de Argentina?
Tres años de La Niña de manera consecutiva, interrumpidos por un año del El Niño, y ya comienzan a aparecer pronósticos con un probable año La Niña para este año 2024. ¿Qué tan cierto es este pronóstico?.Estamos en pleno evento El Niño y si bien durante la segunda mitad de enero y comienzos de febrero, en Argentina, se estuvo observando una gran estabilidad a nivel nacional, el evento sigue totalmente vigente y recién ahora está comenzando a perder algo de intensidad.
La importante ola de calor que ya se sintió durante las últimas semanas sobre el norte patagónico, y que, rápidamente, fue afectando a todo el país, comienza a ceder con la aparición de tormentas, aunque se retirará definitivamente a partir del día de mañana lunes, cuando un bien definido sistema frontal frío , desaloje la humedad y el calor reinante.
Regresando a lo que está pasando este año en particular, debemos decir que si bien es cierto que con los años Niño solemos tener lluvias superiores a lo normal en el centro y este de Argentina, no es algo atípico que, durante el mes de enero, dentro de un evento El Niño se presenten este tipo de situaciones de bloqueos temporarios, aunque en esta oportunidad, el bloqueo fue muy extenso y dejó marcas de temperatura real y de sensación térmica , récord en varios puntos del País. La pregunta ahora es, ¿El cambio climático tendrá algo que ver con estos extremos?
¿Qué pronostican los principales modelos climáticos para los próximos meses?
Según los pronósticos, las anomalías positivas de la temperatura de superficie de agua de mar (TSM) que caracterizan a El Niño en el Pacífico Tropical , se mantendrán por encima del promedio, al menos hasta el trimestre marzo, abril y mayo de 2024 y luego comenzaría un debilitamiento del evento, ¿iniciando la transición hacia una fase neutral de ENOS?
Al analizar los pronósticos probabilísticos de la NOAA, se observa una mayor probabilidad de una fase neutral de ENSO desde fines del otoño hasta por lo menos la primavera.
Pero los mismos modelos muestran que esta probabilidad de evento neutral disminuye a partir de la primavera, aumentando la probabilidad de La Niña hasta un 62% en el trimestre septiembre, octubre y noviembre, mientras que la probabilidad de una fase neutral sólo alcanza un 30% de probabilidad.
Si comparamos los pronósticos más actualizados con respecto a los pronósticos realizados en meses anteriores se observa un leve retardo en el momento del inicio del evento La Niña, pero un aumento en la probabilidad de ocurrencia, pero, atención, porque hay otras simulaciones que indican que se podría pasar directamente a una Niña, sin pasar por la neutralidad, antes de lo esperado, tan rápido, aseguran,que podría llegar apenas comience el próximo otoño.
Todavía es demasiado pronto para poder afirmar que este 2024-25 estará signado por los efectos de otro año La Niña, pero existe la posibilidad y en términos de probabilidad, por lo menos hasta ahora, es la situación más probable.
El evento El Niño actual es uno de los 5 más fuertes de la historia, sólo superado por los años 72-73, 82-83, 97-98, 15-16.
Entonces la pregunta puede ir hacia si existe una probabilidad estadística de que luego de un evento El Niño muy fuerte se de un fenómeno La Niña, y la historia nos responde con un contundente “sí”, ya que los 4 eventos fueron sucedidos por el evento La Niña.
Si finalmente La Niña regresa, realmente es necesario que llueva pronto y durante los próximos tres meses en la zona núcleo de Argentina. ¿Para qué? Bueno, para recargar los perfiles de los suelos, ya que la napa está muy baja, las lluvias no han sido suficientes en muchas zonas (el ejemplo es la laguna de Junín totalmente seca) y si llegará el fenómeno de La Niña en forma rápida, bueno, nos encontraría , al menos en la zona de Chivilcoy y muchos partidos vecinos, en una situación, que no sería la mejor .
Lamentablemente en meteorología no siempre se dan estos paralelismos, por lo que la incertidumbre se mantendrá por lo menos por un par de meses más; pero es un aspecto que siempre hay que tener en cuenta, ya que la historia de la evolución de las variables -muchas veces- ayuda a validar, o no, los pronósticos dinámicos.