Red de contención de padres
“El coadicto es la familia que deja de vivir su vida para ser funcional al adicto”
El disparador fueron los testimonios reflejados a través de LA RAZÓN, sobre el flagelo de la droga, la compulsión por consumir y el peregrinar angustiante de los familiares que se desvelan pensando en que sus hijos terminarán en la cárcel o muertos. Hoy la red de contención y una asociación civil en trámite forman parte de un proyecto superador que incluye a las familias en situación de coadicción.Karina Roberto es mamá de un adicto, y lleva 20 años luchando con la enfermedad de su hijo; mientras que Pablo Alonso es un adicto en recuperación que desde hace un tiempo, trabaja vocacionalmente en colaborar con la recuperación de otros, “porque decididamente este es un camino que no se hace solo”, reconoce.
Ambos visitaron la redacción de LA RAZÓN, para invitar a todas las familias que estén en situación de coadicción, luchando por la recuperación de sus hijos enfermos por la adicción a las drogas, a formar parte de una red de contención de padres que lleva adelante sus reuniones todos los días miércoles a las 20 horas en el espacio ubicado en Francisco Laborde esquina Krausse.
También Pablo invitó a las reuniones del Grupo “Nueva Vida” para adictos con voluntad de recuperarse que funciona en la Parroquia San Pedro y anticipó que el proyecto comprende una asociación civil, actualmente en trámite en articulación con profesionales de la localidad de Pilar.
“Hace veinte años que vengo luchando con la enfermedad de mi hijo que ya tiene 36 años, quien además está diagnosticado con trastorno de personalidad y bipolaridad” expresó Karina, y apunta que se contactó con Pablo a través de una amiga en común, “tuve un episodio con mi hijo hace unos meses y además había visto la nota que había salido en el diario, así que hicimos el contacto, fuimos de a poco reuniéndonos, al principio éramos pocos pero de a poco se fue formando el grupo y enlazando todo”.
La coadicción
“El coadicto es el familiar que deja de vivir su vida y comienza a vivir la vida del adicto”, sintetizó Pablo, “arma su vida alrededor de la conducta y su consecuencia del adicto, funciona así porque el adicto consume drogas y el coadicto consume al adicto, ya que emocionalmente depende del adicto, y a su vez el adicto depende de la droga”, explicó Pablo, “ningún dispositivo e inclusive la Ley de Salud Mental, hablan de coadicción, cuando la enfermedad es familiar, porque alrededor del adicto hay una familia disfuncional, que dentro de su negación entiende que puede controlar al adicto, generando tolerancia con frases como “no está tan mal, ahora anda un poquito mejor o fue a trabajar tres días”, eso dura un tiempo y las recaídas son mucho peor, conocemos a madres que le compran las drogas a sus hijos adictos aduciendo que al menos se droga dentro de la casa y lo pueden monitorear”.
“Hay muchas cosas por hacer y de cambiar, tenemos una Ley de Salud Mental que contempla la reducción de daño, mientras que nosotros bregamos por la abstinencia completa, porque la compulsión es un aspecto de la enfermedad, y si hay compulsión no hay manera de consumir moderadamente”, agregó.
“Adicto con casa y comida es un adicto toda la vida”
Pablo la cita como una frase completamente realista, “el adicto que no elige ser ayudado es porque le falta tocar fondo, no hay otra, y la mejor manera de ayudarlo es inducirlo, cerrándole las puertas, no suministrándole dinero, haciendole un perímetro, quitándole poder de acción y a su vez protegiéndose, porque un adicto se convierte en un persona egocéntrica a la que no le importa nada en pos de conseguir los medios para consumir y el coadicto es funcional al consumo del adicto”.
“Coincido totalmente, es así, con mi hijo nunca hemos tenido problemas que nos haya robado o quitado dinero, pero sí ha tenido muchos problemas con la justicia y se volvía agresivo”, agregó Karina.
Etapa de negación
En este sentido, traemos a colación el caso reciente, visibilizado a través de este medio, de Nicolás Fernández, joven adicto de 25 años, hijo de la Dra. María de los Ángeles Rodríguez y Carlos Fernández, quienes bregaron en la entrevista sostenida, por “no hacer oídos sordos y enfrentar la situación, nosotros no supimos ver o no quisimos, porque nadie nace sabiendo cómo ser padres de un adicto”, puntualizaron.
“La negación es un aspecto de la enfermedad, de la adicción y de la coadicción”, destacó Pablo.
Red de contención para padres
“En el momento que decidí contar mi historia y compartirla a través de una nota periodística, todo esto fue creciendo”, expresó Pablo acerca de la entrevista que se publicó el 22 de octubre del 2023 en este medio, “en mi caso me conectó emocionalmente con todo esto, me resulta imposible no moverme cuando alguien me pide ayuda, así que a raíz de eso, se armó un grupo, que funciona en la Parroquia San Pedro, donde acuden más de 15 chicos de manera regular, y los domingos sostenemos reuniones abiertas donde participan los familiares”.
Paralelo a todo esto, surgió este grupo incipiente de familias, “donde los adictos aún no aceptan la ayuda, entonces ponemos un teléfono a disposición para todos aquellos que estén en emergencia y quieran comunicarse”, detalló.
El teléfono es el (2346) 315214, y el lugar de reuniones está ubicado en Avenida Francisco Laborde, esquina Augusto Krausse y las reuniones se llevan adelante los días miércoles a las 20 horas, “para acompañar e informar, sobre todo para que puedan encauzar su vida, porque seguramente tenga otras cosas, otros hijos, un trabajo, una familia”, indicó.
Vivir la adicción en carne propia
“Hay una carga emocional y psicológica muy fuerte”, indicó Karina sobre la multiplicidad de sentimientos y angustias que se vive como padres de un adicto, “yo en lo personal me sentí muy sola, estuve siete años haciendo tratamiento en APRE, porque estaba todo el tiempo pendiente, dejaba de trabajar, descuidaba muchos aspectos, porque pensaba que estando yo ahí no iba a consumir, y nada que ver, es por eso que pienso que es muy importante este espacio de apoyo, porque somos padres que han pasado por todo esto, lo hemos vivido en carne propia”.
La mirada de los demás
“La sociedad te juzga”, sentenció Karina sin dudarlo, “la mirada del otro es muy fuerte, así que sabemos que no es fácil, pero hay que hablar y reconocer, en mi caso quiero colaborar con todo lo que se pueda, yo tengo tres hijos más, con quienes pasamos -y sufrimos todos-, la enfermedad del hermano, porque cuando está bien, estamos todos bien; pero cuando está mal, sufrimos todos. Hoy mi hijo está en pareja, formó una familia, está en tratamiento, pero la enfermedad es el día a día”.
Asociación civil en trámite
Pablo confirma que viene trabajando con un grupo de profesionales, entre ellos, el Dr. Carlos Torres Gorriti e Ivo Coutzarida, coach y counselor, quien desde hace años forma parte del equipo terapéutico de la Fundación EIRA, una comunidad que se dedica a la recuperación de adicciones, “con ellos estamos en el armado de esta asociación civil, la cual va a contar con una sede de internación en la zona de Pilar y un ambulatorio en Chivilcoy, el cual en un principio está conformado por estos dos grupos, adictos y familias, para luego incorporar talleres, con profesionales locales, estamos dándole curso al proyecto, necesitando aportes para cubrir los costos que implica”, indicó Pablo, apuntando al ser consultado que, se ha sumado al equipo de profesionales como así también al de las familias, a la Dra. Rodríguez, “quien está aportando muchísimo porque es una persona de gestión y de una gran fuerza, ella hizo lo correcto, cerró la puerta y acudió a la justicia, después de mucho dolor y sufrimiento, a pesar de que seguramente el corazón le diga otra cosa, está con nosotros y es de mucha utilidad”, ilustró.