Cultura
Ya salió publicada la novela "Las informales", de María Pía Poveda
Es el segundo libro escrito por la joven chivilcoyana radicada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La novela ya está en las librerías de la ciudad.En las últimas horas se produjo la presentación del segundo libro de María Pía Poveda, quien realizó sus estudios primarios y secundarios en Chivilcoy, actualmente radicada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde estudió abogacía, profesión que acopló a la escritura.
Poveda ha publicado varios cuentos en distintas antologías y revistas, entre ellas las revistas Eñe y Letralia. “Las informales” es su segunda novela publicada en Metrópolis Libros editoral de PAMI Publicaciones, la primera fue “Y sin embargo” escrita en el 2014 a través de la editorial Egales.
La novela cuenta la vida de la narradora en el Chivilcoy de las décadas del 70/80. Está escrita a dos voces, la de la niña en tiempo presente y la de la adulta con la perspectiva que da el paso del tiempo; aunque todos los hechos están impregnados de la mirada de esa niña siempre atenta y expectante para que el tenue equilibrio familiar no se desmorone. Escenas de una infancia singular en un relato simple y atrapante. Ya está disponible en la librería Macondo @macondolibros y Adagio libros @adagiolibros.
Un párrafo
En este nuevo libro se destaca un párrafo dedicado a su madre, que en el prólogo se destaca: “Los recuerdos del invierno en casa tienen una presencia indeleble. El frío, las estufas a querosene. Los tanques. Las bolsas de agua caliente que China nos ponía todas las noches. Las envolvía con los pijamas para que estuvieran calentitos cuando fuéramos a ponernoslos. Los sabañones.
La soledad en la casa era mayor que en el verano, Pedro de alguna manera era una soledad compartida con el resto del pueblo. Todo se volvía oscuro, temprano y necesariamente la gente se refugiaba en sus casas. Nosotros pasábamos a ser parte de lo mismo. El frío nos igualaba”.
¿Cómo se narra a una madre? ¿Cómo se narran sus claroscuros?. La respuesta la tiene una sola palabra: admiración. Una admiración sin juicio que la autora logra poner sobre la mesa, sobre el papel, con todas las líneas a la vista. Las voces de una niña en tiempo presente y la de una adulta con la perspectiva que brinda el tiempo logran en esta narración, la construcción de una madre que lleva adelante una vida personal con convicciones, en un pueblo chico como Chivilcoy, en las décadas de los 70/80.