Vino desde Chile a conocer a “Corchito” y festejar su cumpleaños N°40

Hace ya varios años que el reconocido autor de la literatura inglesa, Charles Dickens comparte la marquesina del bar ubicado en Av. Sarmiento y Las Heras de nuestra ciudad con “Corchito”, un callejerito que adoptó el lugar hace un tiempo y se volvió un personaje muy querido por los parroquianos, pero también por turistas y medios nacionales de comunicación que suelen venir a realizar distintos móviles desde el espacio que promueve la tenencia responsable y la empatía para con las mascotas.

A Camila Galland, su propietaria, no le gusta la exposición, y mucho menos las cámaras, pero con el tiempo reconoce que se fue dando cuenta de lo mucho que puede colaborar la notoriedad de “Corcho” para sumar voluntades que colaboren con los “callejeritos” y sus necesidades, sobre todo, de las entidades mascoteras que trabajan de manera solidaria y sin fines de lucro, para poder auxiliar y sostener a muchos de ellos.

En este sentido, hay un cartel en la entrada, donde se aclara el carácter “pet friendly” del lugar ante cualquier desprevenido que pueda no gustarle esta característica.

“Corchito parece que supiera”, dice Camila, sobre las personas solas, “se les acerca y les hace compañía, en silencio, se deja acariciar e incluso si le hablan está atento, tiene como un sentido especial para la gente, por eso es tan buscado y tan conocido”.

Turismo internacional

Casi como una personalidad célebre, Corchito recibe a diario a distintas personas que vienen a conocerlo especialmente, inclusive turistas de Brasil y Alemania, recientemente, como así también recibió a “Chiche”, el notero de Telefé, hace algunos meses, donde compartieron toda una jornada de grabación.

“Este año, hemos recibido turistas de Alemania, Estados Unidos, España”, detalló, “inclusive hace poco, un turista alemán que se iba a tomar un crucero y se quedaba unas horas en CABA , entonces se tomó un uber hasta Chivilcoy para conocer el bar y a Corcho; son cosas difíciles de entender para nosotros, nos entendimos por el traductor de google, muchas personas que vienen de Buenos Aires y que ya tiene su rutina, que alquilan un departamentito y vienen a pasar un fin de semana y vienen al bar, es algo muy buscado, tenemos personas que son fijas, que ya conocemos y que vienen de vez en cuando”.

De Chile a la Avenida Sarmiento

Pablo está arrodillado en el medio del bar, alrededor está Corcho y cuatro perros más, de lejos, sigue la escena atentamente su hijo Enrique, “este es mi segundo viaje a Chivilcoy”, indicó el chileno que lleva adelante un proyecto de adiestramiento canino desde la empatía y la socialización con la mascota.

“Me encontraba en un etapa de proceso de licencias médicas y ya no me sentía bien en mi día a día”, compartió sobre la enfermedad que lo obligó a replantearse ciertos aspectos de su vida y animarse a dar un vuelco radical, “siempre estuve ligado a los perritos, y vi una nota periodística en Instagram sobre la existencia del bar y de Corcho, y me enamoré inmediatamente, entonces me dije basta de excusas, y en mi cumpleaños N°40, que fue el 31 de agosto, desembarqué en la Argentina y directo a Chivilcoy, para conocer el lugar y a Corcho, ese fue mi regalo de cumpleaños”.

El poder sanador de las mascotas

“La compañía de un perro tiene un poder sanador increíble”, compartió con respecto a su labor a través de @doggyclown su perfil de Instagram, “su presencia puede aliviar el estrés, reducir la ansiedad y llenar de alegría nuestros días, los perros pueden curar almas y corazones”.

“La interacción con perros puede liberar oxitocina, la hormona del amor, que ayuda a reducir el estrés y la ansiedad. Su compañía constante y su lealtad incondicional brindan un apoyo emocional invaluable, especialmente en momentos difíciles”, prosiguió, “esto está científicamente comprobado”.

“Los perritos también tienen una capacidad única para conectar con nuestras emociones más profundas, ellos perciben todo”, detalló, “hay estudios que han demostrado que la compañía de un perro puede tener beneficios físicos, como la reducción de la presión arterial, la mejora de la salud cardiovascular y el fortalecimiento del sistema inmunológico; de hecho, los perros de terapia son conocidos por ayudar en la recuperación de pacientes con diversas enfermedades”.

Pablo habla apasionadamente, cuenta que se hospedó en el Hotel Falcone y que solía dar largos paseos por la Plaza Principal, además de pasar largas horas en Dickens, junto a su hijo, llevando adelante un adiestramiento “amigable” a los distintos animales cuyos dueños accedían, además de socializar con Corcho y su banda.