Impulso / Por Diego Magrini

Expectativas positivas para la ganadería

Las recientes precipitaciones que se dieron la semana pasada han traído consigo un respiro para el sector agropecuario, que viene luchando contra una sequía importante.
miércoles, 30 de octubre de 2024 · 08:00

El Ingeniero en Producción Agropecuaria, Pablo Güida, expresó a LA RAZON su optimismo ante la revitalización de la producción ganadera y agrícola.

En este sentido, señaló: "Las lluvias cambiaron completamente el panorama", y añadió: "Veníamos de 53 días sin lluvias, y esto ha permitido que las pasturas rebroten con fuerza. Estaban completamente frenadas por la falta de agua, pero ahora la situación es diferente".

Güida destacó la importancia de las lluvias primaverales, ya que representan las más esperadas del año. "En estos 90 días se produce la mitad de la producción anual de pasturas", explicó. "Además, es fundamental para acumular agua en el suelo y poder afrontar el verano".

Para asegurar la sostenibilidad de la producción ganadera durante la época de altas temperaturas, Güida enfatizó la importancia de prácticas de manejo pecuario adecuadas. "Es fundamental tener una buena reserva de agua que dure al menos una semana", indicó y remarcó: "Aunque en días donde no hay viento, los molinos se planchan. También es importante proporcionar sombra a los animales, ya sea a través de árboles o estructuras de sombra, para protegerlos del calor extremo".

También mencionó su inversión en la siembra de pasturas nuevas. "Tenía que renovar una pastura que tenía 5 años, ya que la sequía de 2022 y 2023 la había afectado severamente", puntualizó.

Asimismo, el aumento del precio de la carne en el último mes ha impulsado la inversión en el sector ganadero. "La actividad ganadera es una inversión a largo plazo, con retornos que se ven a los 5 años", afirmó Güida. "El aumento del precio de la carne nos da un incentivo para seguir invirtiendo en el futuro".

Por otra parte, el mercado de la carne en Argentina está experimentando un cambio significativo en los hábitos de consumo, con una disminución en la demanda de carne vacuna y un aumento en el consumo de pollo y cerdo. Esta tendencia, tiene un impacto positivo en la estabilidad de los precios para el consumidor.

"Ha habido un cambio en los hábitos de consumo", manifestó y agregó: "La gente está optando por otras alternativas como el pollo y el cerdo, lo que ha llevado a una disminución en la demanda de carne vacuna".

Este cambio en el consumo, según Güida, ha contribuido a la estabilidad de los precios. "La mayor demanda de pollo y cerdo ha generado una competencia en el mercado, lo que ha ayudado a mantener los precios más estables, beneficiando al consumidor".

Sin embargo, también destacó la importancia de que el productor reciba precios justos que le permitan mantener la actividad. "Es fundamental que el productor tenga precios que le permitan seguir invirtiendo y produciendo", afirmó y concluyó: "El precio final lo dicta el mercado, pero la falta de poder adquisitivo de la población es un factor que dificulta la situación".

La situación actual refleja un panorama complejo en el mercado de la carne. Si bien la estabilidad de los precios es positiva para el consumidor, es esencial que la cadena de producción, desde el productor hasta el consumidor, encuentre un equilibrio que garantice la sostenibilidad del sector.

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