Día del Gastronómico
Ser mozo es ser un testigo privilegiado de lo que pasa en la ciudad
Rubén Guarizioni es mozo de la Confitería “La Perla” desde hace 30 años, con varios años más de experiencia en la gastronomía, “voy a seguir toda la vida hasta que el cuerpo me dé”, asegura.Arranqué de muy chico”, reconoce Rubén, “llevo más de 40 años en el rubro, comencé en la Confitería “La Familia” cuando iba a la Escuela Nº 6, después me fui a Vallerga y más tarde a la Confitería “Bigote” en el año 76´ y también en “Lafrosia”, cuando me fui de vacaciones con unos amigos a Mar del Plata y me demoré un poquito en volver, casi unos diez años” ríe, “resulta que nos habíamos quedado sin plata, entonces empezamos a buscar laburo, y conseguí trabajo en la Confitería “Boston”, y al tercer día quedé efectivo. También estuve por el norte, en Bariloche, en Las Leñas”.
En la Confitería de Italo Mucci, trabaja desde hace 30 años ininterrumpidos, “no falté ni un sólo día, salvo por una enfermedad, no tengo problemas de horario, nunca tuve problemas por las horas de trabajo. El dueño no es mi patrón, es un amigo, aparte nos conocemos del barrio, somos una familia acá entre todos”.
“Guantes de seda”
“Cuando estaba en “la Boston” me hicieron estudiar en el Hotel Provincial, no cualquiera hace eso, trabajar con los guantes blancos, también estudié para barman y decorador de salón”, apuntó, “porque amo esto, voy a seguir toda la vida, hasta donde el cuerpo me dé, aunque las rodillas no me acompañan”.
El buen mozo
“Principalmente es bien educado, y el servir se hace entrando por la derecha y saliendo por la izquierda, pero yo soy zurdo, así que trabajo al revés, medio de costado, en segundo lugar el respeto, desde el mayor al más chico, chiquitos de 2 y 3 años, adolescentes, gente mayor, a todos por igual, aunque tengas altibajos, siempre tenés que atender bien, los problemas se quedan afuera, adentro siempre en positivo”.
Un psicólogo y un amigo
“Con los años te haces medio psicólogo” ríe, “la gente te cuenta sus problemas, uno no da consejos, es una opinión. En otras ocasiones hablas de todo, de fútbol, de carreras de caballos, de lo que pasa; yo mucho de política no hablo porque no me gusta, pero siempre aporto lo que veo, gracias a Dios hasta el momento nunca he tenido problemas con nadie”.
Testigo privilegiado del paso de los años para la ciudad, confiesa que el oficio le dio muchísimos amigos, “de la política, la música, la literatura, el fútbol”, enumera.
Los intendentes y la fundación de Chivilcoy
“Todos los intendentes que han pasado durante estos 30 años, han sido clientes, a todos les he llevado el café, almuerzo o la cena, inclusive al actual intendente Britos le llevo la merienda casi todos los días”, compartió.
“La Perla es un negocio muy antiguo, fundado en 1854, fue el lugar de Chivilcoy donde se hizo la primera misa del Templo Nuestra Señora del Rosario cuando todavía no estaba construida la Parroquia, se trataba de un rancho donde se realizó la celebración y también funcionó el primer Registro Civil de Chivilcoy, Juzgado de Paz, también supo ser un almacén de ramos generales”, y agregó, “tengo una foto de la Plaza Principal cuando los árboles estaban recién plantados, eran una cosita chiquitita, finitos y largos, y fijate lo que son ahora”.
La mejor bondiola de la zona
El día día es “todo minuta, pero cuando hay espectáculos o fines de semana, se hacen platos elaborados”, indicó, “el plato fuerte es la bondiola agridulce, que en la zona no lo vas a comer como se hace acá”.
En este sentido, la relación con los espectáculos, la gente de la cultura, “tengo mucha amistad con todos los artistas que vienen a cantar, vienen muchos artistas, en especial una chica que escribe, Rocío Felice, viene muy seguido, se sienta y escribe, tiene un gran talento, ha escrito varios poemas al lugar, inclusive a nosotros”.
Compañeros de ruta
Ruben dice que a pesar de la fecha, “hay que trabajar, levantar la frente y meterle brazos para sacar el país adelante” y saluda a todos los gastronómicos en su día, pero muy especialmente a sus amigos, Raúl Sinelli, compañero en La Perla, y a Miguel Caggianesa que trabaja en Don Pedrín, “somos los mozos más viejos que estamos hoy en actividad en Chivilcoy, en memoria también de los gastronómicos que ya no están y que hicieron los primeros pasos”.