Analía Tolosa
“Viajar a la India era un sueño desde que ingresé al mundo del yoga”
Profesora y referente del espacio Ananda en Chivilcoy, compartió con LA RAZÓN, la experiencia vivida recientemente en la meca del yoga, “fui convocada para colaborar con la coordinación de una formación intensiva de Yoga y Ayurveda en la India. Durante 25 días vivenciamos India junto a parte del equipo de Ananda”, indicó.Con 18 años de experiencia y trayectoria, Analía Tolosa, inició el año 2023 junto a parte del equipo de Ananda Chivilcoy, con una estadía en la India, un viaje largamente esperado que la tuvo como colaboradora de una Formación Intensiva de Yoga y Ayurveda de la Escuela Espacio Om, en el Prakash Deep Institute, en Raiwala, Haridwar, “tuve la oportunidad de dar clases, gracias a los profesores Fabián Ciarlotti y Noelia Filottia, a cargo de las traducciones y pudimos recorrer y aprender muchísimo”, indicó, “fueron 25 días increíbles, donde vivenciamos el Yoga y el Ayur desde su lugar de nacimiento”.
“Se sumaron alumnos y profes de Ananda, y concretamos el viaje”, detalló.
“Estuvimos en Rishikesh, cuna del yoga conviviendo en un Ashram y visitando lugares como Sivananda Ashram, Kriya Yoga Ashram, Dev Prayad, donde nace el Río Ganges, tomando clases de yoga en distintos lugares”, describió, “en la ciudad de Varanasi, famosa por los crematorios a la orilla del Río Delhi, conociendo la vieja y la nueva ciudad de Delhi Agra donde se encuentra el Taj Mahal”.
Sentir la energía del Yoga
“Fue una convivencia de diez días, el grupo se dividió después y nos fuimos a recorrer y estuvimos cinco días en la cuna del yoga, en Rishikesh, en un complejo donde se siguen las enseñanzas de un maestro, con actividades desde las cinco de la mañana hasta las siete de la tarde; aprovechamos para conocer bien, tomamos clases con maestros que sabíamos que había que ir sí o sí”.
“Fueron días de vivir la energía del yoga en el lugar de origen” acentuó.
El hinduísmo
Sobre la experiencia en Varanesi, famosa por los crematorios a la orilla del río, especificó que lo que se respira es religión, “te vuela la cabeza”, reconoce y apunta al concepto occidental del hinduísmo, “una cosa es investigar y aprender sobre la devoción que tienen y otra muy distinta es vivir la religión como ellos la manifiestan”.
“Entrar a un templo hindú es ver colores, mantras, flores, sahumerios, cantos y te brotan las lágrimas sin entender por qué lloras, es una experiencia única”, indica, “se vive en las calles, no sólo en los templos, en Varanasi, se respira religión”.
India y sus energías
“India te sorprende, estar en la misma vibra y poder compartirlo con el grupo fue hermoso”, apuntó sobre la experiencia junto al staff de Ananda, “una convivencia en India de 25 días te hace abrazar de otra forma, ver las cosas mucho más simple de lo que hacemos acá en Occidente, allá, ellos agradecen cada salida y puesta del sol, todos los días; acá enroscamos mucho todo. Cuando volvimos, todo fue tan fuerte, que quedamos una semana soñando India”, cerró.
El Yoga nos invita a cambiar la mirada
“Abrir esta puerta que es hacia uno mismo y encontrar esa felicidad que siempre nombramos y parece lejano”, apuntó como mensaje, “nos permite darnos cuenta que esa simpleza la tenemos, sólo que, a veces, estamos en lo que nos falta y nos perdemos lo que tenemos. El yoga nos invita a cambiar esa mirada, creo que esa es la búsqueda más importante”.