Caso Delasavia / Por Dr. Emmanuel Langone
Oficialmente ya contamos con nombres apellidos y con Gps de recorrido, de quienes circulaban en cada móvil
La dirección de asuntos legales del Municipio y el secretario de Seguridad, enviaron la información al Cuerpo de Instructores de la fiscalía general Departamental especializada en Violencia Institucional.El caso Maximiliano, sigue siendo un tema de interés popular, o al menos así me lo hace saber la sociedad a diario, a veces, los tiempos judiciales, no condicen con la voracidad de información que requiere la población, ante tamaño hecho delictivo. Lo cierto es, que desde el día 27 de marzo del presente, aguardamos la respuesta del municipio de los 7 puntos del oficio, requeridos por esta parte, y consentidos por la Fiscalía a muy buen tino. El día 11 de abril del corriente, finalmente la dirección de asuntos legales del Municipio y el secretario de Seguridad, adunaron la contundente información requerida siendo el receptor de la respuesta, el Cuerpo de Instructores de la fiscalía general Departamental especializada en Violencia Institucional.
Algún lector, a estas alturas, ya se habrá percatado, sin mucho esfuerzo, que ni Maximiliano, ni el conductor de la Toyota Hilux, como así tampoco su acompañante, eran funcionarios públicos. Entonces ¿por qué interviene una unidad funcional de investigaciones prevista para investigar funcionarios públicos? La respuesta se cae de maduro, porque la imputación tal cual se encuentra en la actualidad, con un imputado erróneo, tiene fecha de vencimiento. Y los investigados resultan ser, funcionarios públicos a estas alturas. Afortunadamente – y no contando con muchas opciones-, el municipio cumplió con toda la información requerida, brindando los siguientes datos oficiales: quienes son cada uno de los agentes de transito que intervinieron en el homicidio, quien fue la persona apartada del cargo, la utilización de sistema biométrico (Reloj de contralor para ingreso y egreso del lugar de trabajo del personal). El móvil AB651ZE, posee dispositivo GPS, con sirena y baliza instalada y en funcionamiento. Y por último y decisivo, el contundente oficio sostiene, que “el móvil de tránsito mencionado, se encontraba en operativo dinámico, sin persecución alguna”.
Claramente el oficio, describe con una precisión elocuente, los datos que tanto la fiscalía como esta parte requeríamos, desprendiéndose, quienes fueron los participantes del hecho, qué móvil iba extremadamente cerca de Maximiliano, persiguiéndolo ferozmente, que dicha persecución no está avalada bajo ningún aspecto por la autoridad municipal, ni legal y que el móvil mencionado tiene sistema GPS, para demostrar lo que ya se ha visto en las cámaras, que luego de la feroz persecución Maximiliano pierde la vida, y el móvil en cuestión huye del lugar, en un total desprecio por la vida humana.
Otro paso más que firme, para acreditar lo que en soledad sostuvimos desde el primer momento, y que afortunadamente, la vida, el destino, y el trabajo incesante, lograron demostrar, lo que pareciera con esfuerzo se intentaba dejar en el olvido. Cada paso que damos, la familia de Maximiliano siente que se puede seguir confiando en la justicia, que fue una de las primeras frases que les esbocé al embarcarnos en esta difícil pero gratificante tarea, de tirar por tierra, hipótesis, notas, conferencias de prensa, que alejadas estaban de lo que realmente había pasado, y que hoy ha quedado más que claro, que no son frases sino hechos irrefutables, como siempre sostengo, la verdad siempre pesa más que la mentira y este caso es un claro ejemplo de ello. Gracias a todos, los que recurrentemente me brindan su apoyo y también información vital, no solo para esta causa sino también para muchas otras que no tienen la misma exposición. Simplemente gracias, en cierto aspecto, el logro es de todos.