Caballos sueltos
“Desazón, angustia, bronca, impotencia”
Ignacio Alzueta expresó estos conceptos mientras junto a colaboradores del golf, trataba de corregir las pisadas de los caballos en los greenes y cubrir de arena los bunkers.Una vez más, de tantas, los caballos sueltos del barrio, ingresaron al camping del Club La Pampa y de hecho a la cancha de golf del Club. Ignacio Alzueta, Intendente de cancha, al hablar con Radio Chivilcoy y LA RAZON, expresó “Estamos cansados, angustiados, acobardados, ya no sabemos qué hacer, nos cuesta mucho mantener la cancha, se hace un gran esfuerzo a través de la subcomisión; llamamos a la Policía, vienen, los sacan y vuelven a entrar. Habíamos puesto todo el alambrado olímpico sobre la calle 114, porque así, si entran tienen que cruzar el canal y no pueden; nos rompieron parte para ingresar y los caballos andan por el parque; además también cortaron un hilo sobre la calle del fondo y así esquivan el canal e ingresan a la cancha. Tratamos de consensuar con los dueños, porque es gente del barrio, que se conoce, la policía también los conoce, pero hasta ahora es imposible. La verdad que sentimos una impotencia terrible, mucha angustia, porque no podemos solucionar este problema, que nos cuesta tanto desde lo económico, porque mantener este predio y esta cancha, no es fácil. Le ponemos todo para tenerla bien, se trabaja a destajo, pero hay gente que no lo entiende; algunos piensan que es un deporte de gente de elite y la gran mayoría somos trabajadores comunes, que hacemos un esfuerzo grande para poder disfrutar de este deporte”.
Con LA RAZON recorrimos todos los sectores con Ignacio Alzueta, comprobando la problemática que existe, observamos a las 10 y media de la mañana, los caballos en el parque, estuvimos con la policía, vimos los alambres cortados, recorrimos los greenes, recorrimos el barrio y nadie quiere hablar para no tener problemas, porque es gente del mismo barrio.
Esto tendría que tener solución, no se puede entender cómo no se encuentra, conociendo además a quiénes producen el daño, que no son los animales, sino los propietarios.