Cucuza Castiello en Chivilcoy

“Tenemos esa gilada de prestarle atención a las cosas cuando triunfan afuera”

Maradoniano, rockero, militante del tango confesó a LA RAZÓN, que el tango es como un planeta y sus satélites, “siempre va a estar elongando, va a caer una bomba atómica y lo vas a encontrar debajo de una piedra intacto”, y celebró el estar acompañando el 1º Festival de Tango en homenaje a Argentino Galván.
domingo, 19 de noviembre de 2023 · 08:00

Categoría ‘69, lateral derecho de Argentino Juniors, una lesión lo alejó de las canchas pero no del fútbol, “lo que más me gusta en la vida es el tango”, dice como si hiciese falta.

Cucuza fue la frutilla del postre del 1º Festival de Tango “Argentino Galván”, llevado a cabo en el Club Independiente el pasado 11 de noviembre, organizado por el grupo “El Abrazo”, espacio que aglutina a músicos y apasionados por el género que inmortalizaron tantos grandes como Gardel, Contursi y Troilo.

Hubo milonga bajo la musicalización del gran Carlos Amaya, clases de tango y ronda de cantores, encabezada por Héctor Marcelo, seguido por Rocío Palazzo, Lali Martínez, Male Arce, Darío Blasi y Celeste Olivera.

Declarado de interés municipal por el Concejo Deliberante, contó con el apoyo del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires que posibilitó el acceso libre y gratuito y la organización de todo el evento.

El tango y la amistad

“El tanguero bien concebido siempre en el fondo está ligado de alguna manera a la amistad, y en este caso se aplica”, confesó, “el culpable es Marcos Larrañaga”, rió, sobre la amistad que lo une con el guitarrista chivilcoyano, parte de la organización del festival, “nos conocemos de muchas noches en Almagro, Villa Pueyrredón, como persona y guitarrista, un gran amigo, cuando me dijo de venir, se trata de apoyar la iniciativa, ni dudarlo”.

El tango y la inmortalidad

Empezó a cantar tango a los cinco años, “no había un porqué, me encantó desde que era pibe, tengo 54 años y cuando era adolescente mi hermano, siete años mayor, mientras yo escuchaba a Floreal Ruiz con Troilo, él escuchaba a Deep Purple o a Los Beatles, en mi casa el ambiente era muy libre, mi viejo ponía un disco de Troilo y mi hermano ponía La Máquina de Hacer Pájaros o a Charly, entonces para mí el rock es natural como el tango, lo podemos encontrar por ejemplo en Babasónicos, el rock nacional está empapado del tango, aunque el tango es lo más grande, es como el planeta y los satélites”, ilustró.

“El tango como género y movimiento ya ganó la inmortalidad y lo digo muy convencido, va más allá de nosotros, ya está. Sigue lúcido, los que hoy estamos interpretándolo, cantándolo o bailándolo, lo estamos haciendo elongar para que no se entumezca.

En su momento los de la guardia vieja decían que cuando se hizo canción había muerto, Borges decía lo mismo, lo están matando desde que nació prácticamente y está acá resistiendo.

Está la gilada esa de prestarle atención a las cosas cuando triunfan afuera, y en mi caso, jugar al fútbol y cantar tangos es lo que más me apasiona y es en Buenos Aires, es el lugar para mí, los partidos difíciles del tango son acá, no hay que esperar la aprobación afuera, pasan un montón de cosas dentro del tango”.

Maradona

“Cuando decido no desbordarme en palabras y hablar tres horas de él, opto por decir sencillamente que fue una persona muy importante en mi vida”, sintetizó sobre el astro del fútbol a quien conoció de pibe cuando jugaba con su hermano en las inferiores, “revisemos cada uno de quienes fueron importantes en nuestra vida, en mi caso, Diego lo fue. Nos conocíamos desde pibitos, y cada vez que nos veíamos lo recordábamos, a parte de la fascinación como jugador, hubo muchas cosas de él como persona que me producen admiración, sus convicciones, sabiendo que se la iba a pegar contra la pared, de ponerse del lado de quienes él creía que debía hacerlo y en contra de los que no. Siempre fue buena gente conmigo cada vez que nos cruzamos”.

¿El tango es una expresión de rebeldía?

“El rock en un momento entró en un terreno diverso y de mezcla, creo que el tango mantiene su rebeldía, asociado a las cosas de raíz y sencillas; ahí está el tango y lo rebelde, la revolución está ahí, el tango va al hueso, es origen y raíz”.

“Me asombra que me reconozcan en la calle o en un bondi, es esperanzador porque es un lindo hecho cultural que reconozcan a un cantor de tango, antes en la época dorada un pibito de diez años reconocía un Castillo, en cambio hoy estamos en una época heróica del tango”.

El Faro

Es reducto desde hace 16 años, un bar recuperado que data del año 1931, ubicado en Pampa y Constituyentes, en el barrio porteño de Villa Urquiza, donde lleva adelante el ciclo “El tango vuelve al barrio”, por el que pasaron grandes figuras del género como Hugo Rivas, Alberto Podestá, Ariel Ardit, Osvaldo Peredo, Cardenal Dominguez y Rubén Juárez, de la misma manera que las nuevas generaciones, “para mi es un orgullo, yo soy vecino, comenzamos a cantar en el 2007, la gente del barrio no lo conocía, creo que es un instrumento, es un semillero han salido cantores y músicos nuevos, han venido consagrados como Juárez, esa mezcla de generaciones es mi verdadero orgullo, 16 años llevo haciéndolo, es abrir y promover, esperanzar a los demás como hoy acá en esta noche, donde hemos escuchado voces increíbles, cantoras muy jóvenes que cantan fenómeno, una alegría enorme”, citó.

“La palabra es esperanza, soy un esperanzado en la continuidad del género, puede caer una bomba atómica y vas a levantar una piedra y el tango va a estar ahí”, cerró, “hay razones para creer sobradamente que esto va a ser tangible”.

 

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