Se les ve el plumero

Trataré de hacer una síntesis para explicar la creación de la tasa de conservación del cementerio. Cuando se estaba por vencer el contrato, concurren representantes de una de las dos empresas y cuando preguntan por la continuidad de lo que se estaba haciendo mi respuesta -y me hago cargo-, fue que en las condiciones actuales no se podía seguir, ya que la situación edilicia que presentan gran cantidad de nichos regenteados por las empresas eran realmente malas y a diario se recibían quejas.

Concluidas las reuniones sin resultados positivos decidimos avanzar. En síntesis y sin entrar en detalles, se nos transferían en pocos días los nichos de los últimos 10 años sobre los que hay que hacer fuertes inversiones reparando techos e infraestructura en general, construyendo uno o varios ascensores y/o montacargas y no recibíamos la más mínima voluntad de las empresas de reparar las instalaciones que les son propias.

La ordenanza vigente contempla que pasados los 10 años de sepultura, si no se abona conservación por el nicho, se puede enviar el cadáver a un osario común.

¿A quién le hubiese correspondido esta decisión?

Al Municipio.

Porque justamente a los 10 años se transfiere el nicho. Como se decía antiguamente … “palo y combinación”.   

Ninguno de los que hoy estamos con responsabilidades en el gobierno nos animamos a tomar esa decisión… esa es la verdad; tal como lo adelantamos en una conferencia de prensa y, por eso, fuimos con el Director de Rentas a hablar con el Intendente y explicarle que la cantidad de recursos para reparar y hacerse “cargo de la herencia”, sólo se podían obtener de una tasa de conservación de cementerios y dejando los nichos a perpetuidad, -no se abona más la renovación- de la misma forma que lo tienen los cementerios privados y así que cada chivilcoyano tenga la certeza de descansar en paz y que nadie, al menos de este gobierno, va a arrojar sus restos a un osario común.

Este concepto lo entendemos como actitud solidaria, generosa y de justicia. Puede ocurrir que quien tenga sus familiares en el cementerio privado podrá cuestionarse el pago de esta tasa, pero, es justamente como la de los colectivos y la mayoría de los tributos que hoy se pagan en todos lados… llevan la carga de la solidaridad social.

Al menos estos son los valores con los que actuamos y la gente ha reconocido en más de una elección. Cuando gobiernen otros y que tengan conceptos distintos tomarán sus decisiones.

Reitero los dichos, invitando al periodismo e interesados en general, para que hagan una recorrida por las instalaciones que están a la derecha del acceso nuevo que son las que ahora pasan al Municipio.

Para que, además, todos conozcan que estamos hablando de aportes de $100.- a las partidas de menor valuación hasta un máximo de $270.- a las que tienen un valor fiscal mayor a cinco millones. Si estas cifras alguien las considera abusivas estamos complicados.

Seamos claros, como dicen los españoles, hay circunstancias en las que a algunos “se les ve el plumero”.