Festejos e imposición del nombre “Silvia Diciano” a la sala de enfermería

“Entré a trabajar en el Hogar de Ancianos el 29 de marzo de 1969”, apunta Silvia, quien recibe a LA RAZÓN en su casa de la calle 102 y comparte que, “en aquel entonces tuve la dicha de conocer a Don Juan Lauhirat, mientras que las religiosas llevaban adelante la institución. Recién llegada del campo, comencé a trabajar rápidamente, fueron épocas lindas, prósperas para la institución”.

Silvia recuerda la huerta, el tambo y la actividad de esos tiempos, “había de todo, cerdos, conejos, cada uno tenía su rol, con gran trabajo por parte de las hermanas”.

El Hogar fue creado en el año 1945, “siempre con el apoyo de la comunidad”, indica, “en el 69´ falleció Don Juan y asumió el Escribano Cavagna quien fue presidente hasta el año 1990 que falleció. Las hermanas Hijas de la Misericordia se retiraron en 1983, porque ya no había vocaciones. En ese momento nos encontramos solos, y el escribano me convocó para trabajar, fue como un padre para mí, excelente persona, con quien trabajamos codo a codo muchos años”.

Silvia recuerda a todos los presidentes con los que trabajó con mucho cariño, “Don Roberto Taverna, Eduardo Rubbo, Pollaroli y el actual Hugo Costanzo, quien me convocó para ser Secretaria de la Comisión Directiva”, expresó.

“La Comisión actual está colocando muchísimos profesionales, todos los días hay actividades, talleres, mucha vida en el hogar y eso nos llena de orgullo y alegría”, indica, “quiero saludar y agradecer a todo el personal del Hogar que siempre están al pie del cañón, todos forman parte de mi vida, a mí todo el mundo me conoce como “Silvia del Hogar” y es así como lo siento”.

“No puedo cortar el cordón umbilical”

“Hasta el día de hoy, no puedo cortar el cordón umbilical con el Hogar”, ríe, “sigo yendo a pesar de haber dejado de trabajar cuando me jubilé a los 60 años, pero nunca me retiré del todo, hoy sigo yendo en calidad de Ministro de la Eucaristía de la Parroquia del Carmen, junto con una amiga, llevamos la comunión para los abuelos todos los jueves. Hacemos celebración de la palabra y estamos un rato con los abuelos, mientras que el Padre Hernán da misa todos los martes a las 20hs”.

“Toda la vida mía transcurrió ahí, fue, es y será mi segunda casa”, destaca, “fui testigo de la construcción de la capilla en el año 72´ por ejemplo, una vida hermosa de la que estoy agradecida”.

El Hogar y el transcurso de los años

“Tuvo momentos dificilísimos, recuerdo la época de Gabriel Carmona, en la que se hizo una campaña fuerte para hacer socios para levantar la institución. El escribano Cavagna hizo mucha gestión, viajando permanentemente a La Plata para conseguir subsidios y beneficios. Lo que ha trabajado la Comisión Directiva a lo largo de estos años no tiene nombre”, ilustra.

La pandemia y sus consecuencias

“Fue tristísimo al principio, muchos abuelos se enfermaron, se vinieron a pique por la tristeza misma, porque el Hogar siempre fue de puertas abiertas, ahora están encerrados porque hay que cuidarlos mucho, y eso los angustia mucho”, detalla.

 “Muchas son las historias, puedo hacer un libro de tantos casos” sintetiza, “es difícil en estos momentos, han hecho divisiones y grupos para poder llevar la pandemia”.