“Las Pymes de hoy tenemos una gran gimnasia”

Diego Magni comenzó la nota haciendo historia de la empresa: “Llevamos más de 50 años con el ramo metalúrgico, mi viejo arrancó allá por el 69/70, siendo uno de los primeros empleados de Construcciones El Siglo, con Don Antonio Rolandi y Antonio Laurito, en el período 76/77, época del Rodrigazo, diferencias económicas del momento hicieron que esa empresa cerrara sus puertas y mi papá comenzó por su cuenta, hasta que se fue de viaje hace tres años. En mi caso lo vengo acompañando del año ´90. El primer lugar físico fue en la avenida De Tomaso, después pasó a la avenida Güemes, donde estuvo muchos años, hasta que generosamente Santiago Rolandi le da el espacio sobre la ruta 5 hasta el año dos mil, cuando el intendente Ferzola en ese momento, le otorga el tan ansiado terreno dentro del Parque Industrial. El Siglo fue una empresa ícono en Chivilcoy, con más de 100 empleados, siete equipos de montaje en la calle, en una Argentina muy distinta, prospera, con empleados que tenían un sentido de pertenencia muy importante”.

Tecnología

Cuando hablamos de la diferencia en la metalúrgica de aquellos tiempos del inicio de la actividad, a este momento, Diego Magni comentó: “Cambió significativamente, hoy la gente trabaja con otra tecnología, antes era mucho más a pulmón, hoy están la grúas de izaje, hormigoneras, distintas soldaduras, con menos operarios se hace casi lo mismo que se hacía antes; si bien físicamente un galpón sigue siendo un galpón, las grandes naves que hacemos ahora, que antes no se hacían; hoy arranca todo en la computadora, con un boceto, una idea, se lleva a un plano, pasa por una arquitectura básica, hacemos todo en Chivilcoy, lo que se gesta acá, una barra de hierro, hasta entregarla para su uso”.

Dimensiones de las naves

Consultado por las grandes naves, Diego expresó: “Nosotros trabajamos prácticamente en toda la Argentina, para tener una idea de dimensiones, podemos ver Paquetá, Nicieza y Taverna, todas hechas por nosotros; la nave industrial lleva muchos metros cuadrados; también están las que se utilizan en la parte agrícola, porque las máquinas son tan grandes que requieren de galpones de grandes dimensiones. Nosotros trabajamos en la franja de superficies cubiertas, antes se hacían 10 galpones y ocho eran en el campo, hoy estamos tan diversificados que se hacen muchas cosas en la parte urbana”.

Los insumos y las cargas tributarias

Sobre si los insumos que se utilizan para la fabricación son nacionales o importados, el entrevistado dijo: “Son nacionales, pero son commodity, la chapa viene de ACINDAR, un monopolio SIDERAR, si bien hay distribuidores, hay poca competencia; manejan ellos la oferta y la demanda y tenemos que navegar todo el tiempo sobre aguas turbulentas. La cadena productiva y los proveedores, nos damos una mano todos, porque llega un punto que nadie tiene respuesta; por eso, cuando damos un presupuesto, sabemos a través de los proveedores que es lo que va a pasar y empezás a prever; hay que estar atento a esta variabilidad permanente de los materiales; una pyme en la Argentina tiene que tener una gimnasia especial, estás en medio del mar, lejos de las dos orillas y hay que bracear; se tienen exigencias de gran empresa , pero la recaudación no es igual. La carga tributaria es terrible, la ART, seguro (porque se hacen trabajos de alto riesgo). Hay una presión constante porque estamos dentro del sistema, el 9 está el vencimiento, no pagaste y el 10 te están llamando”.

Empleados

Las épocas han cambiado y le preguntamos a Diego Magni cuál ha sido la máxima cantidad de empleados que han tenido históricamente y cómo están ahora, a lo que respondió: “En vida de mi viejo, en un momento llegamos a ser veinticinco, fue un momento del furor de los mercados San Cayetano, hoy estamos entre 15 y 18, con dos equipos de montaje en la calle, se da trabajo a terceros también, otro tipo de mano de obra; la verdad que sí, no es poco, lo hacemos mucho en familia, haciendo un poco de todo; uno se multiplica, porque, hoy por hoy, la Argentina te obliga a un ejercicio matemático todos los días; es complicado mantener una Pyme en este momento, pero gracias a Dios podemos sobrellevarla”.   

Diego Magni está casado y es padre de Valentina (estudia Terapia Ocupacional) y Agustín trabaja en la empresa, aunque estudió Turismo. Desde hace unos años es presidente del Club Básquetbol San Lorenzo y dijo: “Es una forma de devolverle al club lo que me dieron personas como Roldán, Gionto, Diperna”.