Por las redes sociales
Otra profesional de la medicina de Chivilcoy le contestó a Alberto Fernández
Sofía San Romé se encuentra haciendo una residencia de clínica médica en Chivilcoy.Señor Presidente, Alberto Fernández “Soy Sofía San Romé. Me encuentro haciendo la residencia de clínica médica en Chivilcoy. La ciudad donde nací y vivo. Estaría terminando mi segundo año pero por la pandemia debes estar al tanto que nos agregaron unos meses más”. “En marzo del 2020 fui con mis compañeros a una charla donde nos preparaban para un virus que podía llegar y era muy peligroso. Desde el primer minuto no paramos de estudiar e informarnos sobre esta enfermedad. Particularmente cuando empecé a ver lo que le pasaba a mis colegas del exterior lloraba sola, en la ducha, de miedo por eso desconocido que íbamos a tener que enfrentar aprendiendo sobre la marcha”. “Hice terapia para enfrentar ese tsunami que estábamos esperando en los pasillos de los hospitales vacíos y no sabía qué día esa ola gigante nos iba a sorprender. Mis vacaciones esperadas después de un año sin parar, me las suspendieron. Y así las siguientes. Y trabajé los feriados. Los sábados y los domingos”. “Cuando mi abuela se enfermó seguí trabajando. Y la atendí. Y le di de comer y vi cómo desmejoraba y dejaba de ser mi abuela. Y cuando mi abuela se murió por Covid, seguí trabajando. Porque no pudimos parar ni para despedir a los que amamos. Y perdimos amigos. Compañeros. Y aun así, seguimos trabajando”. “Algunos se enfermaron y tuvieron que trabajar también. Cuando el resto de los seres humanos en el mundo si dan positivos de Covid tienen un aislamiento y el derecho de ser enfermos y descansar. Nosotros no pudimos ni tener aislamientos sin ser juzgados. Porque si parábamos un día éramos unos cagones y si nos enfermábamos trabajando, unos irresponsables. Que difícil ser profesional de la salud no?” “Y en casa, cuando llegué, seguí trabajando, con el teléfono, haciendo seguimiento a los pacientes positivos y sus contactos estrechos. Y cuando la Argentina volvió a tener movimiento. Y llegó el verano. Y la gente se fue de vacaciones. Nosotros, el personal de salud seguimos trabajando. Sin parar”. “Señor presidente que diga que ‘el sistema de salud se relajó’ es un insulto. Fuimos los únicos que con el corazón roto la mayoría de las veces, el nudo en la garganta, el miedo, estuvimos ahí, incondicionales. Dándole no solo medicina a los pacientes”. “Los tocamos en el aislamiento. Les dimos la mano. Nos olvidamos muchas veces de esos 15 minutos y nos quedamos más tiempo porque necesitaban un oído. Les dimos de comer. Les dimos buenas noticias. Y también los acompañamos hasta el final. Y no se olvide señor Presidente que acá seguimos”. “Somos los únicos que no le paramos el país. Que no le cerramos los hospitales cuando tendríamos derecho por ser olvidados y maltratados. Trabajando bajo la explotación y con sueldos pobres. Y somos menos porque esta guerra la venimos perdiendo. Y aun así nunca relajamos, y nunca abandonamos”.