Con las puertas abiertas y nuestros mejores deseos

A veces cuesta explicarse por qué la verdadera dimensión de alguien la marca la ausencia. Será que lo cotidiano nos pone en lugares de comodidad cuando todo está como debe ser. Y para todos nosotros, saber que desde muy temprano, Fernando estaba aporreando su compu, recalentando su celular, generando las primeras noticias, era lo normal. Después, escuchar su voz en la radio, informando y adelantando las noticias del diario de mañana, generando contenidos para la web, transitando las calles en el móvil, en busca de esa noticia que nos garantice una buena tapa para nuestros lectores.

Los que lo conocemos bien, sabemos que eso era lo que le gustaba, lo que disfrutaba con pasión.

Hemos escuchado muchas veces que no hay imprescindibles, y aún, que en un grupo de trabajo, a lo mejor, no es tan bueno que haya imprescindibles, pero sí es seguro que es necesario que existan aquellos que se echen al hombro su tarea con responsabilidad y esfuerzo. Esos son los que sostienen cualquier empresa, son los verdaderamente importantes y Fernando Gregalio lo fue para LA RAZON.

Tal vez por eso, y por sus cualidades personales, siempre tendrá las puertas abiertas para volver y nuestros mejores deseos para su nueva vida.