Publicación pedida
Hay que vacunar al relato
La incapacidad política para tratar temas sensibles o para realizar reformas estructurales, hace nacer algo llamado “El Relato”, que no es más que un disfraz de progresismo, de distribución del ingreso, de cuidado a los pobres, de estado presente, que al final y considerando la evidencia económica, social y moral vemos que no es así. Sino por el contrario, el relato cada vez es mayor para tapar con su capa el desastre que se busca ocultar.
La gestión de la pandemia, pero, en especial, de la vacunación hace caer ese relato de justicia social e igualdad que el oficialismo tanto pregona. Miles de adultos mayores, personas en riesgo con enfermedades crónicas y sectores vulnerables se ven claramente perjudicados por el amiguismo y discriminación política. Todo un pueblo esperanzado con una vacuna que podría frenar esta locura que vive el mundo llamada Covid-19 se cae a pedazos cuando un periodista amigo del poder o chicos chivilcoyanos de corta edad se regocijan por recibir las dosis que seguramente era más indispensables en otras personas.
Impunemente se privilegió a quienes adhieren a un modelo ideológico oficialista con vacunas VIP. Pero aún peor, dejando en evidencia esta situación de discrecionalidad, mediante notas radiales o fotos y luego cuando la sociedad reclama, ponen argumentos inverosímiles, se tiran la pelota entre funcionarios y gobiernos locales, sin reconocer la responsabilidad.
Pero aquí aparece el relato. Somos uno de los países que menos vacunó en el mundo, no tenemos un plan claro y transparente de vacunación, lo cual es aún más grave con tantos meses de cuarentena para estar listos. Aplauden despegar un avión que va a buscar unas dosis a Rusia como si estarían poniendo un hombre en la luna, cuando es evidente que las vacunas son insuficientes. Arman vacunatorios en lugares inapropiados para entorpecer el comienzo de clases y generar un show del estado te cuida. Pero la gente, o gran parte, ya se da cuenta que con el relato no te salvas del Coronavirus.
En nuestra ciudad esto se evidenció esta semana. Jóvenes de escasos veinte años, fueron vacunados y fotografiados exponiendo los dedos en forma de “V” como consigna política y las autoridades no pudieron explicar de forma concisa el motivo de privilegiar a esos chicos por sobre los adultos mayores en riesgo. La culpa es de Zona Sanitaria X aparentemente, de acuerdo a las declaraciones del gobierno Municipal. Pero si bien estamos de acuerdo en eso, me pregunto si el municipio no tiene algo que ver dado que se vacunó en el Hospital Municipal, con enfermeros y personal propio del nosocomio local. ¿No deberían haber cuestionado esta actitud aunque la “planilla” de Zona Sanitaria X diga que se tenían que vacunar? Si no, ¿Cuál es la autoridad del municipio sobre su ciudad y la salud de los vecinos?
Coincidiendo con el fiscal Marijuan, este es un acto de inusitada gravedad institucional dado que no sólo se está incumpliendo con los deberes de funcionario público, sino que se está impidiendo que una persona considerada de mayor riesgo y que necesita vacunarse pueda hacerlo.
Desde la Coalición Cívica de Chivilcoy, pedimos que las autoridades tomen cartas en el asunto y se aplique de forma categórica la ley para reprimir estos hechos delictivos.
Marcelo Petrini, Pte. Coalición Civica ARI Chivilcoy.