Preocupante situación edilicia de la Iglesia Nuestra Señora del Rosario

La Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos realizó entre el jueves y viernes una evaluación de la estructura de la Iglesia “Nuestra Señora del Rosario”, a pedido del padre Federico Lagoa.

El resultado es que la situación “empieza a ser preocupante”, con la necesidad de realizar arreglos urgentes, tras recorrer y evaluar los diversos sectores del principal centro religioso, declarado como Bien Histórico Nacional.

Una vez que se haga un informe, será necesario conseguir el financiamiento y la elaboración de un proyecto de intervención. Previamente, hay que evitar accidentes, por ejemplo, con la caída de las mamposterías o revoque de la fachada.

Estuvo el arquitecto Eduardo De Bianchetti, quien estuvo acompañado por sus pares de MOACH Chivilcoy, Gabriela Arias Capozzo y Filio Acosta del Río.

“Fuimos convocados por el padre Lagoa preocupado por el estado de situación del edificio”, dijo Arias Capozzo en una nota para LA RAZÓN. “Es necesario hacer una intervención grande y compleja en la que nos involucremos todos, técnicos, comunidad, estado, iglesia. Nos comunicamos con la Dirección Nacional de Monumentos, ya que el edificio está declarado como Bien Histórico Nacional”.

Por su parte, el arquitecto Eduardo De Bianchetti expresó que hicieron una evaluación de la estructura. “La situación empieza a ser preocupante. Como todos los edificios de esta época, tenemos problema con las humedades ascendentes. El agua de acá contiene mucho salitre, que es un agente de deterioro que hay que controlar”.

Seguidamente, habló de la humedad de las cubiertas y la aparición de arbustos en los techos que son de una arquitectura muy compleja. “Las palomas traen semillas en el excremento o las trae el viento, se instala la planta, crece y las raíces se extienden entre los ladrillos y deteriora el revoque y piezas premoldeadas o de hierro”.

Indicó además que, si bien es cierto que las cubiertas se han impermeabilizado, tienen una duración por lo que es necesario hacer un mantenimiento. “Se han instalados luminarias para la puesta en valor, pero si esto no se hace con cuidado, es perjudicial. Por ejemplo, para poner un caño para un cable, se ha desplazado un desagüe pluvial”.

Agregó también problemas en la cúpula. “Este edificio se terminó a fines del siglo XIX, no sabemos si estaba prevista una cúpula, porque la estructura no es de ladrillo sino de hierro. Tenía un revestimiento y hace 30 o 40 años le aparecieron unas escamas que parecen de pizarra pero son de chapa galvanizada. Esto genera una cámara de mucho calor por la radiación solar y acelera los problemas al revestimiento original y la humedad le puede traer problemas al hierro de la estructura”.

De Bianchetti añadió que también es necesario que no se use como pista de patinaje el atrio de la iglesia, para la protección de las escalinatas de mármol de carrara, ya que se erosiona cada vez más.

Interior de la Iglesia

El arquitecto mencionó el revoque que se colocó a las paredes de piedra. “En muchas de estas paredes no se aplicó el revoque a los ladrillos, sino que se colocó paneles de yeso, llamado cartón piedra, un durlock de antes. Además toda la decoración es pintada. Si prolifera la humedad se empiezan a separar las placas de cartón piedra y recuperar todo ese ornato es difícil”.

“Los retablos y partes del altar están hechas con una técnica que viene de la época de la colonia, que es el pintado en dorado. Cuando tenemos mucha humedad en las paredes, corre riesgo de perderse”.

El profesional hizo notar la presencia de manchas de humedad por todo el interior del edificio, que se manifiesta con el desprendimiento del material, el mármol presente en algunos lugares y el pintado con estuco, que era algo que hacían artesanos italianos. “Este templo es de una escala, una monumentalidad y de una importancia artística que por algo le ha merecido la categoría de Monumento Histórico Nacional, que vale la pena que sea conocido por todos los argentinos”.

De Bianchetti evaluó que, a nivel general, no hay financiación para la conservación de lugares como la Iglesia Mayor de nuestra ciudad: “Hay desfinaciación y falta de cultura del mantenimiento y la conservación. Es muy difícil hacer mantenimiento de lugares como este, para llegar hasta el campanario es necesario hacer mucha inversión. Los políticos prefieren sólo cortar las cintas de inauguración y no invertir en mantenimiento”.