FdeF

Gilda Bastiani y Marcela Forti al Premio MEFEBA 2021

Son cuñadas “casi hermanas”, en una cofradía de mujeres y familia que se dedican a hacer “carteras para mujeres hechas por mujeres” dicen a LA RAZÓN, finalistas en la categoría “Empresa Resiliente” para la Edición IV del premio MEFEBA, convocatoria de Mujeres Empresarias de la Federación Económica (MEFEBA), preseleccionadas por la Comisión de Mujeres del Centro Comercial (MECEOINCE).
domingo, 14 de noviembre de 2021 · 08:53

El Premio MEFEBA es de gran relevancia en la Provincia de Buenos Aires en el marco del protagonismo de las mujeres en el sector empresarial y productivo. En esta ocasión desde el Centro Comercial se presentaron cinco proyectos que fueron preseleccionados en distintas categorías, quedando como finalistas con vistas al 17 de noviembre, final y premiación junto a Lorena Curioni y María Paz Montes de Galpón Multiespacio (Innovación), Mariana Lobianco (Empresa Local) Andrea Bustabas y María Emilia Ribet (Nuevo Emprendimiento) y nuestra periodista Valeria Trongé (Responsabilidad Social Empresaria).

La cita es la casa local/taller de la calle Monteagudo 33 de nuestra ciudad. Al ingresar el aroma a cuero te invade suavemente, mientras que los muebles antiguos de madera y los grandes espejos emulan historias pasadas dignas de la casa familiar de los Forti en la que las paredes blancas le dan el marco justo a las paletas de colores de las carteras y demás productos que se exhiben.

 “Todas las mujeres de la familia están involucradas, nuestras hijas, cada una colabora en algo, desde las fotos, el packaging, el marketing, cada una, desde su fortaleza, aporta”, indica Marcela, mientras que Gilda sintetiza “siempre hacia adelante”, en el marco de la proyección ascendente que incluye una distribución en todo el país, con atención personalizada y venta mayorista, como así también exportación a futuro dentro de la agenda 2022.

FdeF más que una marca

“Menos es más, el más está en el cuero, es un símbolo de pertenencia y respeto por lo autóctono de nuestro país, de valor agregado por ser íntegramente hecho en Chivilcoy, con una evolución permanente en la moldería y en los diseños, consolidando la identidad de marca”, coinciden, “utilizamos paños enteros, con proporciones justas entre la correa, la base y demás, casi sin recortes, esto es un valor en sí. Compramos cueros en general teñidos con taninos vegetales, nos proveemos de cueros, herrajes y cierres, las telas para forrar las carteras, privilegiando el producto argentino, con ochenta colores de cierre por ejemplo y los hilos, todos de fabricación argentina”.

¿Cómo empezó todo?

“Le dije a Marcela, hagamos una cartera de cuero”, dispara Gilda, “yo tenía un viaje por hacer y no encontraba una cartera que me gustara, cómoda, que tenga correas flexibles, suaves”. Y así empezó todo. A puro coraje, con experiencia en la costura, “mi abuela era modista de alta costura y mi papá fue sastre, así que siempre me encantó coser, pero jamás se me ocurrió coser cuero” cuenta, mientras que Marcela aportó su carrera de Artes Visuales, en el marco del diseño y las proporciones, dedicándose ambas a realizar cursos de perfeccionamiento y capacitaciones, “en Buenos Aires y mucho desde la virtualidad también”, apuntan.

Empezaron en el quincho de la casa de Gilda, “nuestras amigas fueron las primeras clientas, y así empezó el boca a boca, esto nunca fue un hobby, siempre tuvo su valor agregado  y es importante para cualquier emprendedor” agrega.

La pandemia y la resiliencia

Ambas coinciden en el término, a cuatro años de la creación de la marca y dos en pandemia. ¿Si la gente no puede salir, quién va necesitar una cartera?. Ahí fue donde el espíritu emprendedor y resiliente hizo que se adelantaran un paso y crearan la tienda nube de la mano de una de las más jóvenes de la familia, pero antes, “vendimos delantales”, ríen, “porque era plena cuarentena y la cocina estaba muy en boga y vendimos durante esos meses como mil delantales, de gabardina con bolsillos, correas y herrajes de cuero, siendo un punto de inflexión en cuanto a reaccionar rápidamente”.

Una cartera en el lavarropas

Hecho insólito pero veraz, una de sus clientas fieles, puso una FdeF en el lavarropas, “y quedó intacta”, aseguran ambas, “no es algo que recomendamos, pero lo que pudimos comprobar es que las costuras son fuertes y firmes, con un producto sólido, que no falla”.

Comentarios

14/11/2021 | 09:26
#164795
Felicitaciones!!! Muy buena gente conozco a Gilda de la escuela 8 .