Educación

25º aniversario del JIRIMM N°4 de la localidad de Benítez

El viernes por la tarde se desarrolló el acto con la presencia de ex docentes y la comunidad educativa. Fueron invitadas las docentes que formaron parte del establecimiento en este cuarto de siglo.
domingo, 31 de octubre de 2021 · 08:00

El pasado viernes por la tarde, desafiando una jornada muy calurosa, los componentes educativos y sociales del Jardín de Infantes Rural Nro 4 de la localidad de Benítez, celebró los primeros 25 años de vida de la institución en el edificio de la EP Nro. 25.

Acompañaron a la comunidad educativa la Inspectora Jefa Distrital, Liliana Varela, los consejeros escolares Darío Tuffilaro, Sandra Martínez, Juliana Reyna, Leticia Berdugo y Raquel Novelli, la inspectora de Educación inicial Gisela Cosoli y de Educación primaria Silvana López, la directora de Educación municipal, Francisca Mazzota, y el delegado municipal, Gustavo De Vito.

En el desarrollo del acto, además de las banderas de ceremonia del JIRIMM N° 4, acompañaron las banderas de la E.P.  N° 25 y la E.P. N°58, luego de las palabras de la directora, Fernanda Dellagiovana, también habló para los presentes la ex directora Nilda Paino y la inspectora Jefa distrital, Liliana Varela.

Además, se descubrió una placa conmemorativa a la fecha y no faltó la torta aniversario, que fue compartida con los presentes.

Cabe remarcar que este Jardín se creó en agosto de 1996, con la denominación SEIM (Servicio Educativo Inicial Mínimo), funcionando en ese entonces en un aula de la E.P. N°25, marcando la llegada del nivel inicial a la localidad.

A partir del año 2010 los SEIM pasaron a llamarse JIRIMM (Jardín de Infantes Rurales y de Islas de Matrícula Mínima), y desde el 2014 comenzó a funcionar en la sala actual.

Ayer por la tarde, entre globos, festejos y la emoción del reencuentro, volvimos a cantar entre niños y la comunidad , el himno nacional y otras canciones patrias. Hubo una emoción sostenida para todos.

 

Palabras de la directora

Fernanda Dellagiovanna publicó ayer sábado en redes sociales: “Nosotros, los maestros, los que hace tiempo nos alejamos de la docencia padecemos el síntoma de “abstinencia escolar”, por eso en estos espacios la energía regresa y reverdece. El entorno lo hizo posible y lo agradezco pues fui de polizonte.

Las infancias dotan al educador de un misticismo propio, especial y único. El compromiso de enseñar no es un fin, es el “medio”. Más que un derecho en la rigurosidad semántica, el enseñar y aprender: es un sanscrito. Es redimir al carente de alfabetización como decía Sarmiento.

Las comunidades rurales las que colaboran y sostienen con total generosidad la educación de sus hijos .

Estas comunidades donde el educador es esperado, respetado, valorado y querido.

No puedo dejar de mencionar a su primer maestra y directora Mabel Galante, quien no pudo estar presente por motivos de salud. Esta amiga que atesoro de los tiempos del profesorado. La que llegaba en moto al JIRIM Nº 4 cargada de bártulos, tras recorrer unos cuantos kilómetros por tierra. Mi homenaje, querida Mabel”.

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