La cerveza artesanal elaborada en la fábrica de Chivilcoy, fue seleccionada por Quilmes, en el proyecto “Pinta de la Paz”, para ayudar a cervecerías complicadas en tiempos de pandemia.

A quiénes como LA RAZON conocemos desde adentro, Cervecería Rothenburguer, no nos llama tanto la atención, de que la fábrica de Chivilcoy haya sido convocada por Quilmes entre las mejores Cervecerías Artesanales del país. Una maravilla instalada a pocas cuadras de la Ruta Nacional Nº 5, sobre Acceso Presidente Alfonsín, donde también funciona el bar interno, con mesas sobre la vereda y próximamente un patio externo, adjunto al local central. La fábrica está preparada para fabricar 100.000 litros por mes; la empresa, contó Iván Battista, “Creció mucho con el boom de la cerveza artesanal; con el gobierno anterior sufrimos la crisis y con esto de la pandemia nos afectó también.

Este proyecto arrancó en 2014, retomando Rothenburguer, una fábrica de 1870, tradicional del barrio de la Colón; contactándonos con familiares que habían quedado, a través de una bisnieta que tiene 99 años, fue quien nos vendió la marca. Había estudiado la historia de Chivilcoy y me gustó como algo diferente, máxime hacer el proyecto acá, en mi ciudad. En su momento me fui a estudiar a Capital (soy director y productor de televisión), recibido en la UBA, pero esto es una pasión y en el momento que pude empezar a hacerlo y verlo como negocio, emprendí la empresa. La primera cerveza que sacamos a la venta fue en 2016, estuvimos dos años armando el proyecto, estuve en Europa estudiando, hice diferentes cursos, viendo equipamientos, que eran muy difíciles de conseguir; me ayudó mucho la gente de Suipacha que hacía equipos para lechería; trajimos planos de Europa y nos armaron los fermentadores”.   

La convocatoria de Quilmes

Iván Battista comentó sobre esta posibilidad que tiene la fábrica de Chivilcoy, de hacerse conocer en el Mundo: “Estamos contentos, está bueno lo que pasó, haber sido seleccionados entre las 9 mejores cervecerías del país, para nosotros es muy importante; nos cayó de sorpresa esta iniciativa que tuvo Quilmes, para ayudar en parte a las cervecerías, artesanales; en principio nunca pensamos que íbamos a estar tan bien posicionados. Quilmes es una cervecería muy grande, industrial, esta acción la vienen haciendo desde el año pasado, una acción solidaria que se denomina ´La Pinta de la Paz´, en realidad lo que ellos apuntan es a mostrar que no hay una competencia entre lo industrial y lo artesanal, son dos productos totalmente diferentes; en este caso, a raíz de la pandemia, tratan de ayudar a los que tenían mucha cerveza embarrilada y no tienen forma de venderla. En marzo-abril comenzó este proyecto, convocaron muestras a cervecerías de todo el país, fuimos quedando seleccionados en distintos pasos y seleccionaron la  IPA y Scott, dos cervezas de cabecera, que hacemos mucho tiempo.

Luis Dimota que es el brumaster, maestro cervecero de Quilmes, fue el encargado de catar y fue quien nos llamó para darnos la noticia de que habíamos quedado entre las 9 mejores. Queremos dejar en claro que Quilmes solamente va a enlatar con la tecnología que ellos tienen, nuestra cerveza,  la que venimos haciendo hace años y la va a distribuir en todo el país”.

Nivel Nacional y exportación

Consultado el titular de Rothenburguer sobre el posicionamiento a nivel nacional y cómo viene lo de la exportación, expresó: “Nosotros veníamos posicionándonos a nivel nacional, más que nada en Capital, Rosario, Córdoba, donde hay bares que venden nuestra cerveza; esto de Quilmes nos eleva a otro nivel, estamos saliendo en todos los medios (Nación, Clarín), en la segunda etapa van a venir a filmar la fábrica, para hacer un spot publicitario.

Con respecto a la exportación estamos stand by; el problema que estamos teniendo es con el cambio del dólar, no pasa por nosotros, más que nada se trata de trabas burocráticas; nos están esperando con la cerveza en Barcelona, fuimos aceptados, ya tenemos distribuidor, estamos en el último paso”.

Sobre el final de la charla, Iván habló de la situación local: “La estamos peleando, es una situación difícil, la gente tiene miedo, más allá de que tomamos todos los recaudos, estamos contentos porque nos responden, el bar no dejó de trabajar desde la última apertura. Creí que iba a ser más lenta la vuelta de la gente al bar, pero ha respondido muy bien”.