La Rica sufre las consecuencias de la pandemia

Panadería La Rica, gente oriunda de la ciudad de Roque Pérez, se instaló en Chivilcoy hace siete años y tiene puntos de venta en Hipólito Yrigoyen y 9 de Julio; La Europea, en Avenida Soárez (frente al Club Racing) y Urquiza e Ituzaingó. Marcela, titular del negocio que está ubicado frente a la plaza Principal, al ser entrevistada por LA RAZON, expresó: “A nosotros se nos complicó muchísimo, a tal punto que pagábamos los sueldos antes del día 10 y ahora estamos a día 14 y no hemos podido terminar de pagar, tampoco sabemos cómo vamos hacer con el aguinaldo; se vende el 25% menos de antes de la pandemia del coronavirus; hay días que la venta es muy floja”.

Horarios y bolsillo

Sobre si lo atribuye a que la gente sale menos, a los horarios o al bolsillo, Marcelo comentó: “Hay un poco de todo, la gente anda menos en la calle, el horario para nosotros fue influyente, porque antes de la pandemia y el aislamiento, estábamos abiertos las veinticuatro horas, también se nota en el bolsillo; ahora estamos de 9 a 20 horas, pero cuando cerramos a las 18, se había complicado más todavía, cuando se alargaron dos horas, empezamos a vender un poco más.

Lo de la noche era muy bueno para nosotros, cuando estaba abierto El Bingo, los bares de la zona, la gente venía mucho, los chóferes de las combis, a los que les dábamos el agua caliente, pero ahora a las ocho y media, no anda nadie”.

Cuando le preguntamos si la merma se notó en general o se acentuó en la venta de confitería, Marcela manifestó: “La venta bajó en general, pero lo de confitería se nota mucho; el pan también cayó, pero en menor proporción; los primeros días hasta que nos ubicamos con la fabricación, tiramos mucha mercadería, la gente no entraba; después empezamos hacer lo que sale, bajamos entre otros los sandwuichs de miga, la masa fina; esos primeros 15 días tuvimos una pérdida terrible”.

Abastecimiento

Sobre la materia prima para producir los productos, Marcela dijo: No tenemos ese problema, la harina nos la trae Cauda, los viernes recibimos todo, la verdad que por suerte, esa no es una dificultad para el negocio”

Ayuda del Gobierno

Consultada por la ayuda oficial, Marcela respondió: “Los dos primeros meses nos ayudaron con el ATP, utilizados en esta panadería, para pagarle a los empleados, la verdad que fue una gran ayuda, porque tuvimos cubierto el 50% de los sueldos y este último mes, le toca a los chicos de la otra sucursal; pudimos pagar el alquiler, el gas y la luz, que se nos había atrasado bastante; por suerte los propietarios de los locales son comprensivos, no les pagamos en fecha, pero les vamos cumpliendo. Hay que tener en cuenta que nosotros somos esenciales, no estuvimos nunca cerrados, imagino aquellos que no pudieron trabajar durante tantos días y los que aún continúan sin actividad; llega la noche y a uno le cuesta dormir, pensando en la situación, como poder pagarle a los empleados; nosotros tenemos unos veinte empleados entre los tres locales. Nos duele por dos empleadas que eran franqueras y están sin trabajo, también había chicos que venían en forma alternada en la semana y también se quedaron sin trabajo.  

Nosotros hasta que comenzó la pandemia del virus, veníamos bien, el pago del aguinaldo de diciembre lo pagamos antes del 24 y ahora no completamos el sueldo y no hemos pagado el aguinaldo; el personal es una maravilla, somos muy unidos, ellos nos entienden, gracias a Dios”.

Sin expectativas

Al manifestarle a Marcela que pueden venir flexibilizaciones y si tiene expectativas con el regreso al horario de las 24 horas (en el negocio del centro), dijo: “No creo que podamos volver a las 24 horas; de noche no anda nadie, no se justificaría en este momento; la gente además se habitúa a los nuevos horarios, ahora la gente se acostumbró y no viene tarde; cuando cerrábamos a las 18, no se vendía nada, mejoró cuando empezamos a cerrar a las 20”.