“El aumento de precios se ve ligado a la cadena distributiva de los productos del actual sistema”

Uno de los efectos de la cuarentena obligatoria, decretada por el gobierno nacional, es la necesidad de abastecerse de comida, como frutas y verduras. Lamentablemente, en este difícil contexto, ocurren alzas de precio y falta de mercadería, una realidad de la que Chivilcoy tampoco está ajena.

Nicolás Safarano, es uno de los impulsores del proyecto Mercado Popular Saludable, que el año pasado realizó diversas actividades en la sede del Centro Cultural Murga “Colgados de la Rama” para impulsar la economía popular y producción de alimentos sanos.

Consultado sobre esta realidad, en una entrevista para LA RAZÓN, expresó: “Desde el Mercado Popular Saludable sostenemos que en estos tiempos de paralización de la economía de algunos sectores de nuestro  país, el sistema productivo actual, sin dudas, es uno de los sectores que más se ve  afectado”.

“La  suba de precios y la falta de mercadería, en algunos casos, es una situación que no escapa a esta crisis, por eso es necesario replantearse nuestra manera de vivir y sobre todo, de producir alimentos y de consumir, siendo más conscientes a la hora de elegir nuestros alimentos”.

Por esto, indicó, “es necesario replantear la matriz productiva, acercando el productor al  consumidor, estableciendo esa cuota de confianza donde, quien compra un producto, pueda saber quién lo produce, de qué manera, a un precio justo y sobre todo, conociendo el origen de este producto para cuidar su salud, nos referimos a producciones libres de pesticidas”.

En cuanto al aumento de precios, Safarano destacó que es un factor que se ve ligado directamente a la cadena distributiva que siguen los productos del actual sistema, “remarcando excesivamente los productos en las góndolas a causa de varios factores, ya sean los costos de transporte, intermediarios, uso de productos químicos a la hora de producir, etc.; dejando márgenes de ganancia desiguales para quienes los producen, con precios que los empobrecen y afectan a la economía de los consumidores”.

Nodos

Si bien en la actualidad el Mercado Popular Saludable es una de las actividades que está suspendida, Safarano indicó que “ha tenido sus resultados a lo largo de estos años logrando, por un lado, que el consumidor y el productor se conozcan y puedan encontrarse, ya sea en el mercado una vez al mes o, como ellos acuerden el punto de comercialización. Nuestro nodo de consumidores pudo articular perfectamente con esta propuesta y hoy, quienes consumen productos del nodo cuentan con la misma opción”.

“El nodo, para quienes no lo conocen, constituye otra forma de comercialización que lleva a los consumidores a organizarse de otra manera, respetando los tiempos y colectivizando las compras  de alimentos básicos, como harina,  yerba,  azúcar, aceite, semillas, verduras, etc.”

“Este nodo funciona también en Chacabuco, con quienes formamos un equipo de trabajo y distribución de los productos, construyendo así los lazos regionales que son necesarios para fortalecer la propuesta”.

“En estos tiempos, la idea de producir nuestros propios alimentos significa un acto de autonomía importante, es una transformación del sistema productivo y, formar parte de las pequeñas ferias, es vital para poder dar cuenta de que existe otro universo productivo de conocimiento y acción”.

“Esta forma de manejarnos la tomamos de experiencias que ya están en curso, varias cooperativas de trabajo pueden dar testimonio de esto ; entre ellas la UTT (Unión de los Trabajadores de la Tierra) que tiene una experiencia amplia en la lucha por el cambio de producción y de comercialización de sus verduras, con un mercado mayorista agroecológico, inaugurado hace unos meses, que concentra mercadería  a precio justo producida por el trabajo cooperativo y cuyo referente, Raúl Levaggi,  recientemente fue designado presidente del actual Mercado Central”, concluyó.