“El último golpe fue recibido con beneplácito o indiferencia por buena parte de la sociedad”

Debido a lo extenso del texto, se tuvo que hacer un extracto de lo que, a juicio del redactor es lo más importante, con el permiso de los autores del artículo:

“Cada 24 de marzo la Memoria, la Verdad y la Justicia nos reúnen para salir del silencio y caminar hacia una palabra que, a modo de abrazo, nombre a nuestros queridos compañeros y sus luchas, que son las nuestras. Este año no habrá marcha, pero habrá solidaridad y memoria”.

 “Centro y periferia es una tensión que necesitamos pensar y analizar. ¿De qué manera un régimen de exterminio pudo instalarse en el país, y replicarse casi sin obstáculos en la vida cotidiana de los Municipios? Semejante sistema represivo no hubiera funcionado solo con la violencia física. Necesitó de ciertos consensos, simpatías, apoyos y respaldos de distintos sectores de la sociedad”.

“Seguramente que la ausencia de voces disonantes debe ser atribuida a la represión, pero es preciso un profundo grado de desmoronamiento social como condición necesaria del terrorismo de estado.  Más aún, la llegada del último golpe de Estado en la Argentina fue recibida con beneplácito o indiferencia por buena parte de la sociedad argentina”.

“De un tiempo a esta parte nuestra comunidad ha comenzado a salir de ese cómodo imaginario que asegura que ‘Aquí no pasó nada’, y uno de sus primeros pasos está siendo el reconocimiento de los hijos que les pertenecen y que integran al menos hasta hoy una lista de 25 víctimas del terrorismo de Estado”.

“Sobre el total de 25 víctimas, 11 fueron asesinados y 14 permanecen desaparecidos. Los compañeros asesinados son: Amelia Beatriz García, Carlos Vicente García, Oliverio “Pity” Capellini, Obdulio “Quique” De Vito, Raúl Moro, Elsa Cicero, Guillermo Sobral, Puchi Bertola, Susana “Killi” Virto, Corina De Livano, Hilda Inés Olivier. De las 11 víctimas fatales están identificados los cuerpos de 9 de ellos”.

“Siguen sin aparecer los cuerpos de: Carlos Vicente García, Corina De Livano (Si bien la tumba con restos NN se encontró, el cuerpo de Corina no fue hallado). Nuestros desaparecidos son: Carlos Alberto Lagos, Enrique “Tato” Taramasco, Carlos Alaye, María Inés Carrieri, Francisco Velásquez, Julio “Marilo” Petraglia, Hugo Alais, Daniel Daroqui, Jorge Arturo Daroqui, Juan Carlos Daroqui, Eduardo Velurtas, Ricardo Santilli, Miguel Ángel De Lillo y Mirtha Haydee Milobara”.

“Un riesgo cierto que se corre en sociedades fragmentadas y rotas por los procesos neoliberales de exclusión, es que al recurrir a un trágico pasado se invisibilice el drama del presente. Sería un gesto de imperdonable hipocresía nombrar a nuestros caídos y no advertir hoy estas persistencias. La exclusión social como plan sistemático, los crímenes del gatillo fácil, los supuestos suicidios en poblaciones carcelarias, la persecución a los jóvenes especialmente a los más pobres, las actuaciones violentas en comisarías, las represiones a trabajadores y manifestantes, son también expresiones del terrorismo de Estado y una estrategia de continuidad en la construcción de las nuevas subjetividades que necesita el sistema”.

“Ayer nomás se preguntaba el filósofo Sartre: ¿Es el pasado que estalla en el presente como una bomba? ¿Es el presente que se disfraza de pasado? ¿O las dos cosas juntas?. Esto mismo nos preguntamos hoy nosotros”.