Dr. Gustavo Bruno
“Si esto no nos deja un aprendizaje, todo el esfuerzo fue de gusto”
El médico cardiólogo, Gustavo Bruno, señaló que se ha empezado a tomar conciencia respecto a la consulta de las enfermedades prevalentes, fuera del coronavirus.La pandemia de COVID 19 trajo otro perjuicio a la salud de la población, que es el miedo de personas que estaban en tratamiento por otras enfermedades, que las hacen dejar de ir a las consultas por miedo al contagio.
Si bien es cierto que esta situación se dio en los primeros meses de la pandemia, en los últimos tiempos se empieza a revertir, gracias a la información de los profesionales médicos.
LA RAZÓN consultó con el Dr. Gustavo Bruno, especialista en cardiología sobre este tema: “Habíamos advertido esta situación por abril o mayo. Muchas personas con afecciones, sobre todo cardiovasculares, por la cuarentena y el aislamiento domiciliario y por el temor al coronavirus no asistían a hacerse los controles correspondientes e incluso no concurrían a la consulta médica, ante la aparición de nuevos síntomas como dolores de pecho o falta de aire”.
“Luego se empezó a ver que se ocupaban las camas de terapia intensiva, no sólo con pacientes con coronavirus sino también con pacientes con otras afecciones, sobre todo afecciones cardiovasculares”.
“Lo que se termina viendo es que las enfermedades cardiovasculares, que son prevalentes en el mundo, aumentaron en el número de internaciones, no de consultas, porque ya concurrían a las guardias de los hospitales con el problema en curso o incluso, de acuerdo a datos de la Sociedad de Cardiología Europea y de la Sociedad Argentina de Cardiología, hubo reportes de muertes domiciliarias, porque las personas, por temor a concurrir a un centro de salud y de enfermarse de coronavirus, soportaron hasta el final una patología que, en muchos casos, fue nueva”.
Enseñanzas de la pandemia
Bruno evaluó que en estos momentos la gente ha retomado las consultas lo que hizo descender la cantidad de internaciones. “Hoy, de acuerdo a la casuística local, la mayor parte de las internaciones y de las consultas son por afecciones cardiovasculares. Las terapias intensivas tienen una relación de, aproximadamente, 3 a 1 versus otras patologías, e inclusive coronavirus”.
Hizo hincapié en es necesario insistir desde las políticas sanitarias globales que, si bien existe la pandemia del coronavirus, “hay otras patologías y el sistema debe prepararse para eso” y agregó que en los hospitales de la Ciudad de Buenos Aires tienen historias clínicas informatizadas. “Esto generó que muchas personas no tengan que hacer todo el circuito de exámenes y re exámenes porque su historia clínica ya estaba en el sistema”.
Consideró que “es una de las cosas que la pandemia nos debe dejar como enseñanza, que es la mejora de los sistemas de salud, porque no sólo tiene que ver con la consulta sino con la reconsulta. Esta medida debería ser un elemento a considerar en el futuro, porque la pandemia va a pasar en algún momento, pero las enfermedades prevalentes van a seguir, y la única forma de mitigar esto será con la prevención”.
Destacó además que “los profesionales de la salud tuvimos una tarea muy ardua de contención, sobre todo en aquellos pacientes que, afectados por una patología crónica, hicieron la consulta telefónica. Muchos agravaron su estado de salud, sólo por el hecho de no saber qué les iba a pasar, por el stress que les generó la pandemia”.
Luego, evaluó que los sistemas de salud pública “enfocaron todas las armas sobre el coronavirus y se ejerció mucha presión a los trabajadores para la atención de los pacientes con esta enfermedad. Está bien, pero esto determinó que el sistema haya dejado de lado la atención y acompañamiento a personas con otras patologías”.
“El temor que se generó durante la pandemia, no fue acompañado por un mensaje claro de cómo nos debíamos manejar con otras patologías, por eso esto nos tiene que dejar un aprendizaje sobre cómo comunicar, cómo trabajar sobre las patologías prevalentes. Si esto no nos deja un aprendizaje, todo el esfuerzo fue de gusto”, dijo el cardiólogo.