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Imitemos a nuestros próceres

sábado, 25 de mayo de 2019 · 00:00

Conmemoramos hoy un nuevo aniversario del grito incontenible de libertad en 1810, que pocos años después se haría realidad. Representantes de casi todo nuestro territorio, proclamarían la libertad naciente, ya latente en el pueblo desde 1810, de las Provincias Unidas del Río de la Plata.

Muchas fueron las causas que colaboraron con estos patriotas que enfrentaron este desafío, pero muchas más fueron las dificultades que tuvieron que vencer. No obstante, la fe y el esfuerzo prevalecieron y lograron cristalizar tan magno acontecimiento.

Reflexionemos hoy haciendo un paralelo sobre nuevas formas de dependencia y esclavitud que nos aprisionan y socavan nuestra sociedad.

Libertad no sólo significa vivir libres de ataduras, presionados por intereses foráneos. Hay otra libertad, tan o más preciada, que es la que nos permite conducirnos como personas libres frente a la tiranía de vicios y enfermedades que acechan, día a día, nuestra personalidad, con el fin de condicionarla y destruirla. Son las cadenas que atan, ya no nuestras manos y pies, sino, lo que es mucho más desgraciado, nuestra mente, llevándonos a situaciones que nos hacen sentir desvalidos e impotentes, dependientes e indefensos, la misma sensación que tuvieron aquellos hombres que hoy honramos y que, a pesar de todo, no fueron presas del miedo; creyeron y vencieron al enemigo, logrando la libertad que, año a año, enorgullece al pueblo argentino.

Ante este panorama que hoy se cierne entre nosotros, de una sociedad viciada, atrapada en una maraña de inclinaciones perversas (droga, corrupción, libertinaje…) que nos lleva a límites insospechados ¡reaccionemos! ¡luchemos sin temor! Y digamos “yo no voy a dejar que esta forma de esclavitud me arrastre por caminos que no quiero transitar; quiero ser libre e independiente!

Quiero que mi mente no esté atada a esos carros enemigos que me llevarían a sentirme desdichado por el resto de mi vida, aunque sus conductores me prometan felicidad y riqueza. Es mentira, esos vicios nos harían perder nuestra identidad y, lo que es aún más desgarrante, nuestra felicidad.

Todo ser, por naturaleza, busca la máxima felicidad, pero mientras estemos afectados por estas ataduras, no lo lograremos ¿o acaso es libre un pájaro que no puede volar?

Despertemos! Tengamos fe de que todo es posible! Pero no seamos ingenuos; todo es posible cuando comprometemos nuestro esfuerzo. Cada batalla ganada aumenta la felicidad que tanto anhelo; sólo lo lograremos venciendo las dificultades que se nos presentan cotidianamente.

¿Qué felicidad puede lograr un deportista que, ante los escollos que debe superar, abandona su cometido? Si quiere obtener la medalla, sabe que sólo hay un camino: superarse con el esfuerzo constante, impulsado por la fe en sí mismo.

Queridos padres y docentes, eso es lo que nosotros debemos lograr en la casa y la escuela. Hacer de estos lugares sagrados, un medio de cultivo de conductas positivas para que nuestros hijos puedan vencer todo aquello que tiene que ver con la tiranía y la esclavitud.

Buscar por todos los medios, convencerlos que la droga, la corrupción, el libertinaje, representan las cadenas que les impedirán ser libres.

Luchemos denodadamente para que cada uno comprenda y cristalice en la vida el ideal de libertad que los hará felices.

Trabajemos mancomunadamente, tomando el ejemplo que la naturaleza nos brinda noche y día, con sus deslumbrantes espectáculos por tierra, por aire y por mar, que, si sabemos observar, cambia a cada instante y de lo cual, forman parte el sol, el agua, la tierra y el aire.

Comprometámonos con esta tarea, que sólo tiene un oriente: ver a nuestros hijos libres de la tristeza y engaño, que puede ocasionarles el caer en estas trampas.

Sólo con el ejemplo, con fe y esfuerzo, tal nos lo enseñaron nuestros patriotas en 1816 y recordando las hermosas palabras de nuestro Himno Nacional “Oíd el ruido de rotas cadenas”, lograremos este tan anhelado ideal, trabajando codo a codo, sin claudicar ni un solo día.

 

Gotardo Agustín Penzotti

DNI 0565452

 

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