Sector agropecuario

Fin de ciclo y arranque de campaña

Hubo rendimientos de soja que alcanzaron los 6 mil kilos de soja la hectárea y maíces que superaron, en algunos casos, las 14 toneladas la hectárea. “Estamos en las puertas del inicio de la siembra de una nueva campaña de trigo, un cultivo que ha recuperado protagonismo para beneficio de la sustentabilidad del sistema” dijo el Ing. Antonio Martín, del INTA Chivilcoy.
domingo, 19 de mayo de 2019 · 00:00

El titulo tiene que ver precisamente con la etapa final de la cosecha gruesa en el partido de Chivilcoy y el inicio de la siembra del nuevo ciclo productivo en nuestra zona, que comienza en pocos días con la siembra del trigo, campaña 2019/20.

Sobre la cosecha gruesa en el partido de Chivilcoy, el representanta del INTA local, Ing. Agr. Antonio Martín, señaló a LA RAZON que “hemos comentado en informes anteriores acerca de los muy buenos resultados logrados en esta campaña, tanto en soja como en maíz. El acompañamiento del clima, salvo muy pocas interrupciones, permitió avanzar rápidamente con la cosecha de ambos cultivos, quedando solamente algunos lotes de soja de segunda y de maíz tardío y/o de segunda, por levantar en los próximos días. Seguramente en el caso del maíz habrá que esperar a que termine de completar su ciclo de madurez”.

En lo que respecta a los rendimientos, “para soja de primera en la mayoría de los casos se superan los 4000 kilos la hectárea, con promedios en general entre los 4500 y 4800 kilos, y algunos valores  más destacados en los mejores sitios que superan los 6.000 kilos la hectárea, de acuerdo a los resultados que arrojan los monitores de las cosechadoras, que van indicando en tiempo real, a medida que se con avanza la trilla”.

“Hoy por hoy, el material genético disponible (variedades de soja) posibilita que cuando se dan las condiciones de clima favorable y un adecuado manejo tecnológico del cultivo, es factible alcanzar techos de rendimiento que para la soja pueden superar los 7.000 kilos la hectárea, en los ambientes de Chivilcoy”.

Para la soja de segunda, “se pudo avanzar en la cosecha, lográndose resultados buenos en general, hasta muy buenos, sobre todo en aquellos lotes en los cuales se pudo sembrar temprano sobre cebada (primeros días de diciembre) o trigo cosechado temprano, en los que se lograron rindes superiores a los 3.500 kilos la hectárea. Pero en general, podemos decir que la campaña de soja de segunda en la zona fue la típica de un año bueno, con promedios alrededor de los 2.500 a 2700  kilos la hectárea”.

El Ing. Martín, consideró que “la principal característica de la campaña fue que la humedad de cosecha en general, estuvo en el orden de 13 a 14 % e incluso por debajo, lo que permitió realizar un buen almacenamiento del grano en silobolsas, para aquellos que tienen la opción de hacerlo”.

 

Maíz

Para el caso del maíz, prácticamente finalizada la cosecha, restando solamente unos pocos lotes, y para dentro de unos días los tardíos y/o de segunda, que aún no han alcanzado la etapa de madurez. “Aquí también acompañó el clima para cosechar el grano con contenidos de humedad cercanos a la humedad de recibo, que es de 14.5 %, y que permite también embolsarlo en el mismo campo,  a la espera de concretar las ventas en el mercado”.

“Los rendimientos que se están obteniendo, en general, superan los 9.000 kilos la hectárea, alcanzando valores de 12.500 a 13.000 kilos la hectárea, incluso también superando los 14.000 kilos, en determinados sectores del lote, si bien el promedio final está por debajo, ya que durante el ciclo del cultivo hubo pérdidas de plantas por encharcamientos del suelo, al igual que en soja de primera. El promedio de esta campaña está por encima de campañas anteriores, siendo de alrededor de 10.500 a 11.000 kilos la hectárea”. 

“El clima, durante el verano de 2019, fue muy beneficioso para el cultivo, con temperaturas frescas por las noches, buena radiación solar durante el día y adecuada humedad en el perfil del suelo. Se pueden observar espigas muy bien granadas, y con un muy buen peso de los granos”.

“Una buena o muy buena campaña en lo que respecta a rendimientos, pero que en materia económica se ve afectada por un mercado internacional con precios deprimidos, abundante oferta mundial y conflictos comerciales entre las potencias mundiales, como China y Estados Unidos, que impactan en las cotizaciones, sumado a la restauración de las retenciones a los granos en nuestro país, y las cargas impositivas crecientes, que afectan el sostenimiento y productividad del sector”.

 

Trigo

“Pero el calendario avanza, y ya estamos en las puertas del inicio de la siembra de una nueva campaña de trigo en nuestra zona, un cultivo que ha recuperado protagonismo por suerte y para beneficio de la sustentabilidad del sistema. Ya en la campaña pasada en el partido de Chivilcoy la superficie cubierta con cultivos de invierno (trigo, cebada, avena) fue de alrededor de las 30.800 hectáreas, de acuerdo con información proporcionada por el Departamento GIS de INTA Pergamino, en base a imágenes satelitales. Obviamente que el grueso corresponde a trigo, con unas 24.000 hectáreas aproximadamente. Para éste nuevo ciclo de siembra la expectativa, a nivel nacional y de acuerdo con los análisis que maneja la Secretaría de Agroindustria y la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, existe una proyección de alcanzar los 6.4 millones de has, esto es 200.000 hectáreas más que la campaña pasada, que fue de 6.2 millones de has. Pero todavía estamos lejos de las 7.110 millones de has de la campaña 2001/02”.

“Existe un interrogante importante en el sector productivo respecto de esta campaña y que tiene que ver con dos motivos principales: uno, la sobreoferta de trigo a nivel mundial, ya que los informes de mercado dan cuenta de una importante recuperación de los stocks, lo que deprime los precios internacionales. Los que siguen el mercado podrán observar las cotizaciones a futuro, a diciembre 2019 o enero de 2020, que están indicando valores de 160 a 165 U$S / tn, cuando en la última cosecha se estuvo pagando entre 200 y 210 U$S / tn. Obviamente, el mercado puede cambiar y sobre todo si se pueden aprovechar las subas puntuales de precios. El segundo motivo de preocupación en el sector tiene que ver con lo político, ya que el trigo se siembra ahora y se cosecha después de las elecciones, con lo cual, al menos hasta hoy, es un tema que puede incidir en la aplicación de tecnología y en la inversión que tiene que hacer el productor para alcanzar altos rendimientos y calidad en su producción” concluyó Martín.

 

 

 

 

 

 

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