Centro Cultural “Colgados de la Rama”
Se realizó un nuevo encuentro de Mercado Popular Saludable
Cada vez cobra mayor interés este espacio de producción de alimentos de manera agroecológica.Un nuevo encuentro del proyecto Mercado Popular Saludable, se llevó a cabo el sábado 6, en el Centro Cultural Colgados de la Rama. En esta oportunidad, la actividad contó con la presencia del Colectivo de Feriantes Chivilcoy, además de productores locales y regionales.
Participaron dos profesionales que disertaron sobre distintos temas, "Agroecología, alimentos saludables, economía popular"; Bernarda Roldán, Ingeniera Gastronómica, docente, egresada dela UNNOBA y Eugenia Blotta, ingeniera en Alimentos, docente, egresada de la UNLu.
La actividad, que se lleva a cabo con regularidad en la sede del Centro Cultural, es abierta al público, para toda la familia, con entrada gratuita.
“Quienes visiten el Mercado Popular podrán encontrarse con productos saludables, elaborados y/o cultivados en la ciudad de Chivilcoy y de Chacabuco. Este espacio es pensado como un lugar de encuentro y aprendizajes para seguir construyendo un mundo, donde mejore la calidad de vida de todas las personas” manifestó Nicolás Safarano, responsable del proyecto.
“Es un espacio para la construcción de un comercio justo y saludable, reformar los lazos solidarios, ofrecer un lugar al productor y al consumidor. También es un espacio de formación, por lo que nos proponemos seguir fortaleciendo estos encuentros, ante el difícil momento que nos toca atravesar”.
En tanto, Bernarda Roldán, docente de la UNNOBA, manifestó que, en Chacabuco, se dedican a la producción de alimentos agroecológicos. “En la parte intensiva, trabajamos con frutales y horticultura. En la parte extensiva, el año pasado pudimos lograr alrededor de cinco hectáreas de avena. En tres hectáreas hicimos trigo, cuya molienda se hace en Chivilcoy y también, una hectárea de mijo”.
“La idea es empezar a abrir caminos en agroecología porque, si bien está la tecnología, se nos presenta el inconveniente que los contratistas van directo a la cosecha de soja, por eso es necesario armar toda una cadena y un circuito. Es un trabajo arduo pero muy gratificante”.
En cuanto a la recepción de esta propuesta, Roldán estimó que “la gente está muy abierta, hay una demanda del mercado de productos libres de agrotóxicos. A través de las ferias y los encuentros de soberanía alimentaria, o mercados populares, encontramos un interés muy grande por parte de la gente, que hacen preguntas muy puntuales en cuanto a residualidad y el impacto que tiene en la salud. Es una oportunidad para trabajar de una manera diferente”.