Identidad
Una docente que habría nacido en Chivilcoy, en la búsqueda de sus padres biológicos
Jorgelina Soledad Scaparra, nacida en 1980, actualmente vive y trabaja en Alberti, está en la búsqueda de sus verdaderos padres desde hace 30 años. Acudió al Banco Nacional de Datos Genéticos para hacerse pruebas de ADN.A Jorgelina Soledad Scaparra, docente, que actualmente vive en Alberti, la obsesiona encontrar a sus padres biológicos. Casi al año de edad fue separada de sus padres, que trabajaban en una estancia en Moquehuá y llevada a la vecina ciudad.
A los 8 años, su padre adoptivo le reconoció que era adoptada y, más adelante, que a sus padres biológicos los habían llevado a Coronda, provincia de Santa Fe. La fecha de nacimiento que surge del acta de Jorgelina Scaparra, es del 10 de mayo de 1980 y ella fue entregada a sus padres de crianza, cuando tenía pocos meses.
Con esta inquietud, Jorgelina Scaparra se comunicó con Abuelas de Plaza de Mayo y acudió al Banco Nacional de Datos Genéticos para hacerse análisis de ADN, cuyos resultados espera.
El caso encontró eco en la prensa de Santa Fe, tal como lo reproduce el Periódico Corondino, en un artículo, con fecha 25 de septiembre (http://periodicocorondino.com/web/jorgelina-busca-a-sus-padres-en-coronda/).
Asimismo, la docente hizo una denuncia penal, con fecha 23 de septiembre, en la Secretaría 2 del Juzgado Federal de Mercedes, por “supresión de identidad” (expediente: FSM 89921/2019)
En una entrevista con LA RAZÓN, Scaparra expresó: “Me enteré que soy adoptada cuando cumplí 8 años y hace diez años que empecé a preguntar por mis padres. Lo que mi padre adoptivo me cuenta, es que mis verdaderos padres vivían y trabajaban en una estancia de Moquehuá, propiedad de una familia llamada Lazagabaster”.
“Me contó que, al enterarse que hay una beba para dar en adopción. Una de las dueñas de la estancia se conectó con Raúl Marenzi, que es el primo de mi madre. Es así que Marenzi me va a buscar y me trae a Alberti. En ese momento, tenía aproximadamente un año”.
Preguntada dónde nació, dijo: “No sé si en Moquehuá o en Chivilcoy o algún pueblo cercano, porque el acta de nacimiento es trucha. Mi padre adoptivo me dijo que tuvieron que fingir un parto. De todas maneras, averigüé en el Hospital de Chivilcoy, pero me dijeron que ahí no se realizaban partos en el año 1980. Tampoco tienen archivos de esa época. No encuentro datos certeros”.
“Fui maltratada”
Hace diez años, Jorgelina Scaparra fue a la estancia de Lazagabaster en Moquehuá para hacer averiguaciones donde, señala, fue maltratada. “Me dijeron que tenían una escopeta. Algo que también me llama la atención, porque mi padrino me dijo que me llevó de ahí, con un compañero de trabajo, que la señora los atendió, les abrió la puerta y me llevaron. Quería saber un apellido, un nombre. Luego, me enteré que a mis verdaderos padres los llevaron a Coronda, Santa Fe”.
“Cuando salí de la estancia de los Lazagabaster, fui a ver a la señora que está en un geriátrico en Chivilcoy, pero no me quiere dar ningún dato. También hay un hermano de ella, que fuimos a verlo y también dice que no se acuerda”.
“En mi libreta de bautismo, libreta sanitaria, en mi documento nacional de identidad, figuro con el apellido Scaparra. Supuestamente, salí del Hospital con ese apellido”.
Datos Genéticos
Jorgelina Scaparra radicó una denuncia penal en Mercedes en la Secretaría 2 del Juzgado Federal de Mercedes, por “supresión de identidad”, el 23 de septiembre. También se contactó con el CONADHU (Comisión Nacional de Derechos Humanos). “El pasado viernes (18 de octubre), fui al Banco Nacional de Datos Genéticos, donde me tomaron muestras de sangre y me dijeron que en aproximadamente tres meses pueden estar los resultados. También me puse en contacto con Abuelas de Plaza de Mayo, que también hicieron averiguaciones, pero con los mismos resultados”.