El hecho ocurrió en un local ubicado en la Av. De Tomaso prolongación
En un comercio se vendían chorizos secos con rótulos apócrifos
La denuncia fue radicada por el dueño de una empresa de chacinados de nuestra ciudad que tomó conocimiento que se comercializaban embutidos con el nombre de su empresa. Se allanó el lugar y se incautaron varios kilos de factura seca. Se radicó la denuncia en la Comisaría 1ª, CAZMA, SENASA y en el Ministerio de Agroindustria de la provincia de Buenos Aires.Varios consumidores de factura de cerdo seca alertaron a un conocido comerciante de este medio, que se dedica a la industrialización de esta mercadería, que en un comercio ubicado en la Avenida De Tomaso, en cercanías del camping de la Unión Obrera Metalúrgica, se estaba vendiendo factura de cerdo seca con un rótulo fotocopiado con el nombre de su empresa.
El comerciante perjudicado, junto con su letrado, radicaron la denuncia correspondiente en la Comisaría 1ª de esta ciudad el pasado viernes 7, y paralelamente se denunció en la Dirección de Calidad Alimentaria, Zoonosis y Medio Ambiente (CAZMA) de la Municipalidad de Chivilcoy, en SENASA y en el Ministerio de Agroindustria de la provincia de Buenos Aires.
Al tomar intervención la justicia, se allanó el comercio secuestrándose una importante cantidad de factura de cerdo con el rótulo apócrifo, lista para su comercialización.
A raíz de esto se da intervención a la Unidad Funcional de Instrucción N° 6 del Departamento Judicial de Mercedes y se inicia una causa caratulada como “Posible comisión de delito de acción pública”, además se considera como una estafa al comerciante que trabaja dentro de la ley y un delito contra la salud pública.
De acuerdo a las investigaciones que realizaron los periodistas de este medio, el vendedor y presunto elaborador de la mercadería no cuenta con facturas de adquisición de las mismas ni con análisis de vísceras, que se realiza para evitar que la triquinosis afecte a la población.
Cómo se fue desarrollándose el hecho
Fuentes confiables indicaron a LA RAZON que el vendedor de la mercadería con rótulo apócrifo y sin seguridad alimentaria, comenzó adquiriendo factura de cerdo para comercializar en el local de Av. De Tomaso N° 2631 a elaboradores legítimos de esta ciudad y luego mediante engaños y ardides varios fue ofreciendo a sus clientes esta otra mercadería para que la probaran, la cual fabricaba él mismo.
Cuando tuvo la certeza que a los consumidores les agradaba el sabor de sus elaborados (presuntos) dejó de adquirir la mercadería apta para consumo humano y se dedicó de lleno a vender esta otra mercadería, colocándole un rótulo fotocopiado a color de la empresa a la cual le adquiría en un determinado momento.
Se considera que hace alrededor de doce meses como mínimo que está introduciendo en la ciudad la factura de cerdo con rótulo fotocopiado.
Para tener en cuenta, el papel y la tinta del legítimo rótulo resisten la humedad, el papel y la tinta del adulterado se degradan con el agua.
Al momento de ser interrogado el responsable del comercio sobre la compra de los chorizos habría expresado que una persona que llegaba al comercio en una moto se los traía para su comercialización, tampoco pudo presentar las facturas de las supuestas compras.
En el momento de la intervención policial y CAZMA el propietario habría sufrido una descompensación por lo que fue trasladado al Hospital Municipal.