Impulsan la campaña de separación del estado y la iglesia católica

En la plaza de la Diversidad, ubicada en la esquina de las calles 9 de Julio e Hipólito Yrigoyen, se llevó a cabo el pasado sábado, la primera reunión de la campaña nacional, para impulsar la separación del estado de la  iglesia católica.

En la actualidad, hay una campaña a nivel país sobre este tema y en  Chivilcoy se llevan a cabo los primeros encuentros, a través de un espacio en Facebook, llamado “iglesia / estado, asuntos separados”.

En la reunión se habló sobre el dinero que el gobierno aporta a la iglesia, así como el rol que ésta tuvo en algunos momentos de la historia argentina, en  la que “apoyó las causas antipopulares contra los argentinos”.

Valentín Ventre, uno de los integrantes de la campaña, expresó que es el segundo proyecto de separación de la iglesia y el estado, ya que el primero fue en 1954. “En ese momento, lógicamente, la iglesia se opuso, pero ahora lo que se pide es que el estado no la financie más como institución, no estamos en contra ni de la religión ni del pensamiento que cada uno tenga ni de las creencias”.

Manifestó que “el estado financia a la iglesia, obispos, arzobispos y a las instituciones eclesiásticas con mucho dinero, que podría ser utilizado para otros gastos más necesarios, por ejemplo, el fomento a la educación”.

Ventre afirmó que, “cuando el pueblo lucha por sus derechos, la iglesia usa los fondos del estado para generar todo un mecanismo en contra, como ocurrió con la campaña por la libertad del aborto, entre otras demandas a las que se opuso, así como la ley de vientres, el matrimonio igualitario, la ley del divorcio… entre otras iniciativas populares”.

“Con el tiempo, y gracias a las movilizaciones, estas leyes se aprobaron, pero la iglesia sigue estando en contra, incluso cuando ya fueron leyes. Estuvieron a favor de las dictaduras y apoyaron todos los golpes militares, por eso es que tratamos que sea visible para acoplarnos a la campaña federal y que el movimiento empiece en cada pueblo”.

De todas maneras, valoró la existencia de una iglesia “para  los pobres” fuera de la estructura oficial de la institución. “Hay gente que opta por los valores reales de la  religión, que transmite conciencia, pero la cuestión es sobre el financiamiento del estado, es un dinero muy grande, más allá del pago a las escuelas privadas católicas, dinero que también se usa para financiar campañas antiderechos”, puntualizó.