Sobre “El Angel” y el proceso del color

Jorge Russo, nacido en Chivilcoy, hombre con décadas ligado al cine profesional, creador de los ciclos de cine en la sala de El Chasqui, tuvo a su cargo el proceso de color de la película El Angel, que ha sido un suceso en taquilla en la primera semana de proyección.

Este reconocimiento del director del filme, Luis Ortega, confiando en Russo, para buscar una ambientación en la década donde se produjeron los hechos de El Angel, Robledo Puch, nos llevó a pedirle al chivilcoyano, conceptos sobre lo vivido con este trabajo profesional realizado y destacado por los expertos en cine:

“Hacía tiempo que quería volver a trabajar en algún largometraje que fuera cine de autor con una buena salida comercial y pudiera difundirse, no sólo en festivales internacionales, sino en la mayor cantidad de salas de nuestro país. Tuve la suerte de dar con el proyecto adecuado a mis deseos. Fue un honor que el director Luis Ortega y el director de fotografía Julián Apesteguía me convocaran para trabajar a través de K y S filmes. Fue una hermosa tarea -de casi dos meses, cuando lo normal son 15 días-, pero fue así porque nos tomamos un tiempo para investigar, buscando referencias de fotos Kodachrome o viejas películas en Technicolor de las décadas del 60 y 70, probando tonos, texturas y contrastes, estudiando el clima que necesitaba cada escena y de esta forma definiendo el look general de la película.

Nuestro oficio como colorista digital es conocido solo en la industria del cine, TV y medios, pero no por el gran público. Una pregunta que se repite siempre es  “¿pero la película no viene ya con color?” Nuestro trabajo en la corrección del mismo tiene varias facetas, pero básicamente es crear el look con el tono adecuado a cada escena; si tiene que dar  drama, suspenso, comedia, terror, etc. Los colores expresan, crean sensaciones, atmósferas, tienen un peso psicológico no sólo en los personajes y situaciones retratadas, sino en el espectador. Así, por el peso dramático, en una escena que fue iluminada con claroscuros lo que haremos será acentuar esa luz dando más oscuridad para crear más misterio y elegir tonos. Por ejemplo, usando filtros que tiñan la imagen de azul podemos dar una sensación de distancia, de frío, de angustia. Los colores cálidos funcionan para climas más apacibles o alegres,  con amarillos, verdes, rojos, de más cercanía y empatía con los personajes. O pueden servir también lo contrario: el rojo en una película de suspenso o terror shockea, genera violencia, inquietud, intriga. Por supuesto que no siempre se es tan esquemático y puede usarse a la inversa, pero es un ejemplo claro de cómo dar sensaciones con el color. Y el blanco y negro estiliza la imagen, remite más al arte fotográfico y a otras épocas.

Volviendo a El Angel, es una película que me gustó mucho desde el primer montaje que vi. Le encuentro muchos valores. Lo mejor para mí es la mirada puesta más allá de la delincuencia, los conflictos de este adolescente y sus demonios. Qué pasaba por su cabeza y su entorno para cometer atrocidades. Y destaco la inteligencia de Ortega de crear e inspirarse a partir del libro, llegar a la esencia y no trasladar sencillamente los hechos tal cual fueron. Eso para mí es arte, transformar la realidad y dar otra mirada, y creo también es la clave de su éxito”.