Cultura

El Museo Pompeo Boggio con jóvenes colores e ilustre trayectoria

Se reconoció la trayectoria de Martha Plaul Rocha y se entregaron los premios del Salón de Pinturas
lunes, 23 de abril de 2018 · 02:14

El sábado por la noche en el Museo de Artes Plásticas Pompeo Boggio se realizó la entrega de premios de salón Adquisición de Pinturas octubre 2017 organizado por la secretaría de Cultura y Educación de la municipalidad de Chivilcoy

Luego de la entrega de premios a los ganadores –de la que participò el doctor Guillermo Britos- donde se reconocieron al ganador Luca Cabral, segundo premio Tomás Paz y tercero María Inés Mandalunis, ganadores de los primeros Adquisición como lo aprobó en su oportunidad el Concejo Deliberante de Chivilcoy y las menciones especiales de Mariano Danni, Nicolás Dovidio y Silvia Squaglia, que tuvo justamente este salón de pinturas se realizó un reconocimiento a la trayectoria de la artista chivilcoyana Marta Rocha el que estaba presente en el mismo encuentro

Las palabras hacia la trayectoria de Martha Plaul Rocha estuvieron a cargo del doctor Adriàn Vila, quién dijo “Cuando vuela Martha, Dice John Berger que "para el artista dibujar es descubrir", y que "el acto mismo de dibujar es lo que fuerza al artista a mirar el objeto que tiene delante, a diseccionarlo y volverlo a unir en su imaginación". Las imágenes que acompañan el vuelo de Martha Rocha fuerzan el descubrimiento en ellas mismas. Y señalan los textos, los relatos.  Las ilustraciones funcionan como anclas del texto para que uno se tome el trabajo de unir, esta vez con su propia imaginación, lo que Martha ilustró entre claroscuros.

Decíamos que la historia pasa por atrás de la historia cotidiana. Y no se calla, porque cuando Martha vuela sus cuentos no se callan la denuncia ni la revelación de la ideología o de la fe. Uno no sabe si va a aparecer de repente lo imposible en la historia de la vida cotidiana. Ese minimalismo de esperar lo inesperado, esa presencia de algo que se viene al cuento, que uno espera que aparezca y que viene como un sopapo de repente, como un nombre de un bebé en tupí guaraní,  un abandono de amantes, un frigorífico de animales domésticos en la China antigua, los mecanismos decisores de temas teóricos en el arte,  la traición amorosa de una amiga, la pérdida de la sonrisa por el ingreso de insectos en la boca abierta de una animadora televisiva, el amor que aparece en la reflexión de una mujer casada. Un volumen entero de situaciones que uno espera que sucedan y suceden de la manera menos esperada. Uno lee el vuelo de Martha como si supiera lo que conquistará la historia, pero no. Lo que aparece es algo que irrumpe desde afuera de la trama como un sopapo –decíamos– repentino, como un puñal fino que hinca y parte la historia en dos, la trama en dos tiempos.

Entonces, el vuelo de Martha es un vuelo en dos tramos: la trama y la irrupción de algo que no tendría que haber sucedido que llega desde otro lugar. Iba a decir desde el juego pero voy a decir que no es juego,  viene desde una poética del vuelo”.

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