“Si se sabe la verdad del doble homicidio de Moquehuá, yo quedo libre”

El próximo 28 de noviembre se cumplen seis años del doble homicidio de Moquehuá. En una casa rural ubicada a unas pocas cuadras del pueblo fueron encontrados sin vida Esther Camino (83) y un hijo, Héctor Gáspari (51), un contratista rural. Desde entonces el pueblo y los familiares vienen bregando para saber quiénes fueron los responsables.

A raíz del hecho del 28 de noviembre de 2012 el primer detenido de la causa fue Nicolás Lemos, un joven que salió absuelto el miércoles 11 de noviembre de 2015, tras permanecer en la cárcel de Mercedes desde diciembre de 2012. Durante el juicio de Lemos se detuvo a Darío Pizzolante, quien actualmente se encuentra con arresto domiciliario, a la espera del juicio oral, que se realizará en el año 2020.

En una entrevista que mantuvo con LA RAZON, Pizzolante, resaltó que “hace tres años y medio que vengo sufriendo la detención, un año y medio en la cárcel y dos que estoy con arresto domiciliario, a la espera del juicio que se hará a fines de 2020. Soy el único detenido de la causa, espero encontrar la solución en el juicio, porque vengo sufriendo mucho sin haber conocido a esa gente. No tengo nada que ver. Con mi familia nos sentimos muy estresados por todo este tiempo perdido”.

-¿Qué va a pasar en el juicio?

-No conozco a la gente que mataron, no tengo nada que ver y la gente que mintió se tendrá que hacer responsable de sus actos. La verdad se tiene que saber, se tendrá que investigar bien. Hubo nuevas pruebas de ADN y no se sabe nada. Esperaba con ansias esos resultados, pero no se dijo nada. Siempre se mantuvo con hermetismo la causa. Si se sabe la verdad del doble homicidio de Moquehuá, yo quedo libre.

Pienso que en el juicio voy a recuperar la libertad, porque no hay elementos contundentes que indiquen mi participación en ese hecho. Son todos dichos y no hay pruebas para tenerme preso.

Con un doble homicidio criminis causae estoy detenido en mi casa, si tuvieran pruebas suficientes tendría que estar en la cárcel.

-Ante su supuesta inocencia, ¿por qué queda involucrado?

-Fui como testigo al juicio oral de la persona que estaba detenida y dos testigos dicen que me vieron pasar por el lugar y en el mismo juicio quedo detenido y ponen en libertad a la persona detenida, que cumplía tres años de prisión.

-¿Usted quiere decir que el que estaba detenido mintió?

-Esta persona estuvo tres años detenida y la familia llevó dos testigos falsos que terminaron involucrándome.

-Los elementos que se secuestraron en inmediaciones del campo de la familia Gáspari, un bolso de Avón y velas, atribuyen que es de su propiedad…

-Así se dijo, pero no tenía nada que ver con esos elementos.

-Para el juicio falta prácticamente un año y medio, ¿cómo vive el mientras tanto?

-Quiero salir, tengo planes. Tengo un terreno para levantar mi casa porque estoy alquilando. Trabajo todos los días en una herrería que monté en la vivienda, pero no puedo salir a trabajar. Tengo mucho trabajo, pero quiero tener la chance de poder salir a la espera del juicio de 2020.

-¿Usted tiene colocada una pulsera?

-Sí.

-Se van a cumplir seis años del hecho, en caso de que recupere la libertad en el juicio como usted dice y con Nicolás Lemos, que fue absuelto tras permanecer detenido tres años, se volvería a cero la causa, sin detenidos por las dos muertes…

-Pasaron 6 años y no se avanzó en nada. No creo que cuando yo salga absuelto en el juicio se sepan los verdaderos culpables. La justicia debió investigar bien de entrada y recabar todas las pruebas para detener al verdadero culpable y no detener al primero que pasó por la esquina o por dichos.

-¿Piensa que saldrá absuelto en el juicio?

-Sí, porque no tengo nada que ver. No conocía a esa gente. Me enteré por los medios lo que había sucedido y al juicio de esta persona fui como testigo y no como imputado, como terminé siendo después de tres años del hecho.

El caso Gáspari

El doble crimen de Esther Camino (83) y un hijo de ésta, Héctor Gáspari (51), un contratista rural, fue descubierto el 28 de noviembre de 2012, en una vivienda ubicada en la zona rural de la localidad de Moquehuá. Los cadáveres fueron encontrados por un hijo y hermano de las víctimas, Pedro Gáspari, que de inmediato llamó a la policía.

Gáspari presentaba heridas de arma blanca y también disparos de escopeta en el hemitórax, mientras que la madre había recibido una perdigonada en la zona pelviana. Ambos cuerpos yacían en la cocina y en el resto del inmueble no se detectaron faltantes de elementos de valor. Tanto la escopeta como algunos cuchillos que habrían sido utilizados en el hecho, fueron descubiertos más tarde ocultos en una tapera ubicada a mil metros de la escena del crimen.

La hipótesis de los investigadores es que los que ingresaron a la casa de los Gáspari quisieron cometer un robo, pero al encontrar resistencia por parte de las víctimas, los asesinaron y huyeron sin llevarse nada.